LeBron James parece ser la clave del éxito para Cleveland Cavaliers, que superó, en condición de local, 96-91 a Golden State Warriors y dejó la serie 2-1 a su favor. Hoy, será el cuarto partido, otra vez en el Quicken Loans Arena. Una vez más los Cavs contaron con otra extraordinaria actuación de James, que no se cansa de ser figura.
La estrella de Cleveland marcó 40 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias. Con estas cifras, logró otro récord más: lleva 123 unidades entre los tres primeros partidos de la final de la NBA. Además, en este encuentro tuvo a su favor cuatro robos y dos bloqueos.
Pero James no estuvo solo en la victoria: tuvo un gran complemento a su juego, que fue el base Matthew Dellavedova. El australiano consiguió 20 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias. De esta manera, los Cavaliers pudieron controlar al MVP Stephen Curry, que sumó 27 unidades y encabezó la ofensiva de los Warriors.
El último cuarto fue clave y atractivo: se vio un Golden State recuperado que demostró por qué está en la final de la NBA. En ese período los Cavaliers sintieron la presión que ejercía el rival.
Sin embargo, apareció una vez más LeBron James que, a falta de dos minutos, logró un triple espectacular para tener un parcial de 87-80. El poco tiempo que quedaba, Cleveland lo manejó bien y solamente permitió que su rival lograra mantener la diferencia hasta culminar 96-91 el encuentro.
“Sin dudas, no es tiempo de relajarse. El próximo partido es el más importante”, afirmó la figura LeBron James, que espera con ansias el partido de esta noche. Cleveland está a dos victorias de lograr su primera NBA en la historia. Los Warriors intentarán frenar a Dellavedova, porque saben que si James está inspirado, será difícil igualar la serie.