Muy activo estuvo en estos días Alfredo Cornejo en su doble rol de gobernador y titular de la UCR nacional. Su regreso de Estados Unidos lo mostró impaciente en el tema vitivinícola, exigiendo a los representantes del sector predisposición para lograr consensos legislativos en torno al proyecto destinado a movilizar un fondo anticíclico.
Y mientras estuvo en el país del Norte, además de gestionar para la provincia, no hizo pasar inadvertido su liderazgo partidario al plantear nuevamente la posibilidad de que Macri tenga un competidor en las primarias de agosto. Es un tema que siempre incomoda en las huestes macristas, con más razón luego de aquellas declaraciones a un medio de Buenos Aires en las que Cornejo había dado preferencias personales al voto por un radical antes que al propio Presidente.
En lo que se refiere a la crisis de la vitivinicultura, el método utilizado por el Gobernador para motorizar a los bodegueros responde en gran medida a su modo de ver y ejercer la política. Es muy probable que Cornejo tenga dos apreciaciones prácticas para apurar la búsqueda de consensos legislativos a través del sector del vino: le resulta difícil al oficialismo por sí solo lograr los votos de la oposición para el endeudamiento que la Provincia necesita para hacer frente al fondo a crear; pero también cree el jefe del Ejecutivo que una medida como la que se pretende encarar necesita que los destinatarios del beneficio se muevan a la par del Estado para concretarla.
Otro tema que le genera expectativa y preocupación al gobierno provincial es la resolución que debe dar la Suprema Corte al planteo de inconstitucionalidad del decreto que frenó las reelecciones indefinidas de intendentes. Sea cual fuere el veredicto judicial al planteo hecho desde el justicialismo, dejará muchas lecturas políticas y antecedentes.
En un año electoral se trata siempre de una resolución incómoda. Si la decisión del Máximo tribunal favoreciera al Gobierno, el aval para éste será muy fuerte y tirará al piso miles de especulaciones en torno a la hasta ahora indefinida polémica por las reelecciones en cargos electivos. Habrá que ver cómo repercute la recusación gubernamental al juez Mario Adaro por su cercanía al peronismo. Precisamente, muchos desde el PJ sostienen que el decreto de Cornejo se caracterizó más que nada por el instinto de oportunismo político que suele caracterizar al jefe del Ejecutivo. Todo muy politizado; un desafío no menor para los jueces supremos.
Y otra curiosidad que invade a los círculos de gobierno es el humor de la gente por los cambios en el sistema de transporte. Las encuestas no acompañan del todo al oficialismo. La calidad de la gestión es algo que Cornejo prefiere que quede fuera de discusión, pero en este tema puntual las idas y vueltas iniciales del Mendotran jugaron en contra del Gobierno.
En cuanto al escenario nacional, la posibilidad de que el radicalismo compita con el macrismo en las PASO presidenciales se encuadra en las previsiones que siempre suele tomar Cornejo en todos los ámbitos. Por eso señalan en su entorno que así como las perspectivas y los tiempos electorales en Mendoza lo obligaron a adoptar decisiones anticipadas, como la ratificación de las elecciones desdobladas y la definición de Suárez como candidato de su propio riñón, aunque no lo sea del todo, en el plano nacional hay mucho más tiempo para definir candidaturas y presentar listas.
Por eso Cornejo dijo que lo de de Lousteau se podrían llegar a definir recién en abril o mayo y en forma consensuada con el Presidente. Lo de la mirada hacia Lousteau no es algo nuevo. A fines de agosto, cuando el joven economista pasó por Mendoza para brindar una disertación, el Gobernador no dejó pasar la oportunidad para recibirlo en un ámbito partidario, reunirse y fotografiarse con él. En este caso, dicen en la UCR que la posibilidad que planteó el mendocino en Nueva York se sustenta en que no quiere privar a la coalición oficialista de aspectos que la puedan reforzar como tal. Es una posible candidatura que seduce a muchos radicales, tanto a los que prefirirían romper de una vez por todas el vínculo con el macrismo como a los que pretenden que el partido tenga un mayor protagonismo pero siempre dentro de la coalición. En esta última postura estaría por ahora más cómodo el gobernador mendocino.
Por otra parte, es un peso importante para los radicales no llevar un candidato a una elección presidencial, aunque sea en una primaria. La presencia de Ernesto Sanz en las PASO de 2015 fue más que nada para potenciar a Macri como líder de la coalición Cambiemos. Era una postura lógica. Ahora, en cambio, los radicales tienen que trazar un camino más allá que se reconozca el liderazgo de Macri. De ahí esa singular definición que dio Cornejo en la semana al referirse a la posibilidad de que con Lousteau se plantee una “competencia colaborativa”. Canalizar el voto desencantado con el Presidente para evitar que se vaya detrás de opciones opositoras. Esto explica, además, la decisión de Cornejo, como presidente de la UCR, de intervenir el partido en Santa Fe, donde la Convención prácticamente había roto todo vínculo aliancista del partido en esa provincia.
Cornejo optó por apuntalar a Cambiemos, porque, según sostienen en la UCR, el mismo macrismo tiene asumido que un radical debería encabezar la aventura electoral por la Gobernación para poner fin a varios períodos dominados por el socialismo. También argumentan que es bueno que se muestre la intención de competir por tratarse de un partido que está mucho más extendido que el Pro y eso tiene que hacerlo valer. La posibilidad de ganar en provincias influyentes, como Santa Fe y Córdoba, le aportaría a la centenaria agrupación mucha más presencia dentro del bloque oficialista. Muchas bancas en el Congreso provenientes de las provincias se ponen en juego en octubre y eso la UCR pretende defenderlo.
Aseguran en el partido que la idea es no retroceder, aunque el panorama para el macrismo no repuntase. Habrá que ver qué resulta de la presencia de Lousteau en la comitiva presidencial que visita en estos días India. Está ahí especialmente invitado por Macri. Es muy posible que el Presidente prefiera tentarlo con algún destino electoral que lo aleje de la posibilidad de ser competidor suyo o de Rodríguez Larreta en la ciudad de Buenos Aires; recuerdan en el Pro que en 2015 estuvo muy cerca del triunfo contra el actual jefe de Gobierno.
Y esa vez también los radicales, porteños y no tanto, habían puesto muchas fichas por la intentona. Párrafos para las internas en la provincia. Allí también el oficialismo está en la mira ya que De Marchi no sólo no cede en la partida que juega hacia las primarias. Salió a recorrer departamentos para intentar romper con el argumento radical de que no tiene una estructura sólidamente armada en toda la provincia. Mientras tanto, en el peronismo hay esfuerzos para consensuar una fórmula de unidad que incluya a kirchneristas y sectores tradicionales del justicialismo.
La impaciencia podría apurar la toma de decisiones, porque muchos creen que la elección general de setiembre puede ser reñida y porque el panorama nacional del peronismo no termina de aclararse.
