De la mano de la caída en la renta fija local, las paridades de los bonos argentinos se deterioraron recientemente. A los precios actuales, el mercado vuelve a ponerse más negativo sobre los escenarios de reestructuración de deuda y en el que pondera quitas de capital y de cupones más agresivos respecto de lo que se evidenciaba a comienzo de año.
Los bonos de distintos tramos de la curva se vieron afectados y sus paridades regresaron a niveles de 45% en promedio. El Global 2021 cayó a 50% de paridad contra los 55% a comienzo de año. El Bonar 26 paso de 53% a 43% de paridad mientras que el Centenario paso de 51% a 43%. En la parte ley local, el Bonar 24 se mantuvo con paridades de 47% respecto de comienzo de año, aunque la paridad del DICA cayó desde 52% a 46%. Todo ello habla de un contexto de deterioro de los bonos que anticipa una potencial reestructuración más agresiva.
Los analistas de Consultatio señalar on que las probabilidades de ver una quita más agresiva subieron en el margen recientemente.
“Si bien ni el proyecto de ley ni la conferencia de Guzmán hicieron referencia a las condiciones de la propuesta, la novedad de la semana al respecto pasó por las palabras de Stiglitz en Davos, quien dijo que 'no puedo concebir ningún modelo razonable que no diga que tiene que haber recortes significativos; sería una fantasía pensar lo contrario'. La realidad es que la probabilidad de una quita más agresiva subió en el margen”, afirmaron.
Por su parte, un operador de bonos de un banco local aseguro que actualmente los bonos descuentan un escenario de quitas que van desde el 20% al 35%, lo que significa una reestructuración agresiva, acercándose a las expectativas negativas que se tenías hace un par de meses atrás.
“Con paridades de entre 45% estimamos que el mercado espera una reestructuración agresiva. Esto puede implicar un contexto en el que la quita de capital sea de entre 20% al 35% y con extensión de plazos de pago de cupones y amortizaciones de capital por lo menos dos años. También esperamos quitas en los cupones de intereses. Por la caída reciente de los bonos espero que el sesgo sea más agresivo respecto de lo que se esperaba hace a comienzo de año”, sentenció el operador.
El mercado le marca la cancha al Gobierno
Cada vez que un país se enfrenta a situaciones de estrés financiero, los bonos que dicho país emitió dejan de ser analizados en base a su tasa de interés y comienzan a ser evaluados en función de sus paridades. Estas suelen reflejar el ticket de entrada hacia el proceso de reestructuración de la deuda y así, el precio de los bonos refleja la expectativa de cuánto es lo que se va a recuperar, una vez que Argentina haya finalizado el proceso de reestructuración y canje de deuda.
De esta manera, la paridad de los bonos le marca la cancha al Gobierno para poder determinar que clase de reestructuración se puede llegar a esperar hacia adelante. Al gobierno no le conviene alejarse demasiado de dicha expectativa para que, de esa manera, el éxito en la reestructuración sea mas probable.
En términos generales, una reestructuración liviana podría implicar un riesgo país en niveles de 600 puntos, junto con un alargamiento de plazos de 10 años y quita de capital de 20%. Una reestructuración dura podría implicar un riesgo país de 500 puntos, con alargamiento a 15 años de plazo y quitas de hasta el 40%.
En la reestructuración de la deuda que llevó a cabo Argentina en el año 2005 fue sumamente agresivo, finalizando con un riesgo país en 400 puntos, una extensión de plazos a 30 años y quitas del 66%. El debate entre analistas y operadores es cual puede llegar a ser el nivel de quita que podrán enfrentarlos bonos en la actual reestructuración dada las paridades con las que vienen operando actualmente los bonos locales.
Según detallan desde la mesa de operaciones de Grupo SBS, los niveles de paridades actuales se condicen con una restructuración comparable a la que llevó adelante Ecuador en 1999.
“En la reestructuración de Ecuador en 1999 se incluyeron una quita de capital, alargamiento de plazos y recorte en cupones, lo que aún nos parece demasiado agresiva para la situación actual de deuda argentina”, afirmaron desde Grupo SBS.
Por su parte, Nicolas Max, director de Asset Management de Criteria explicó que hay distintas formas de medir una quita y cuál sería el valor de recupero total del nuevo bono.
“La manera más simple es medirlo contra el valor nominal del bono. Dado que la curva ley Nueva York está cotizando en el en niveles de paridad del 44%, estamos hablando de una quita de en términos de valor presente del orden del 56% sobre un bono que en su momento se emitió a la par. Ello no implica necesariamente una quita de capital, sino una combinación que podría incluir quita de capital, diferimientos de plazos y recorte en los cupones”, dijo Max.
Un mercado más nervioso
A medida que avanzan las semanas y la falta de novedades relacionados con el tema de la deuda hacen que el mercado se ponga cada vez más nervioso. Por ello es que sube la volatilidad en la renta fija, empeorando las paridades a la vez que sube el dólar y se amplia la brecha entre el tipo de cambio oficial y el contado con liquidación. El tiempo se agota y las respuestas deberán llegar cuanto antes.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) afirmaron que las negociaciones por la deuda en dólares deben tomar ritmo.
“La semana arrancó con paridades en promedio, que quebraron el piso que veníamos sosteniendo de 45%. Entendemos esto como una mala señal, en un escenario en donde la expectativa de una reestructuración amigable, que implique valor por sobre la curva de hoy fue diluyéndose por razones varias. La estrategia de la provincia de Buenos Aires enturbia las negociaciones nacionales, junto con algunas declaraciones, implicaron un deterioro acelerado de las expectativas –que debe además atarse al movimiento de la brecha y cierta tensión que despierta el devenir de la política monetaria”, comentaron desde PPI.
Según se pudo conocer, el viaje de Guzmán en Nueva York tampoco logró generar confianza y buenas expectativas sobre la deuda ya que no le dio demasiados detalles a los inversores en Wall Street . Esto genera una mayor tensión de las variables financieras de cara a las próximas semanas.
“El riesgo argentino podría así ir nuevamente a buscar testear la zona de 2300 en principio, mientras que se las paridades a la zona debajo de 40% (acercándose al piso previo de 35/37%). Igualmente, salvo noticias que realmente permitan de forma concreta apuntar a una reestructuración muy desfavorable, la caída debería empezar a frenarse apareciendo compras de trading. En este mismo juego, actuará un ensanchamiento quizás mayor del diferencial de legislación, en donde un spread promedio de 500 a 600 puntos, vuelve a ser interesante el arbitrar a favor de ley local”, señalaron los analistas de PPI.