Un delincuente de unos 40 años se hizo pasar por operario de la empresa de electricidad de Salta para poder ingresar a la vivienda de una pareja de ancianos del barrio San Martín, de San José de Metán, y robarles con un "cuento del tío" todos los ahorros.
El hecho que se conoció en las últimas horas ocurrió el jueves, pasadas las 16, cuando el estafador, de unos 40 años, que estaba vestido con una camisa blanca y pantalón oscuro, golpeó la puerta de una familia que reside en el barrio San Martín, de San José de Metán.
Armando Moschino, un jubilado de 84 años, comentó al diario El Tribuno que estaba durmiendo la siesta cuando su esposa lo despertó para que atendiera al hombre que le dijo que pertenecía a la empresa Edesa, prestataria del servicio de energía eléctrica, y que le aseguró, había ido a solucionar "una fuga eléctrica".
El ladrón llevaba una carpeta y un buscapolo para realizar los supuestos controles y Moschino y su esposa, Nancy Tacchi, lo hicieron pasar.
"Tenía buen aspecto y era de trato muy amable. Cuando estaba adentro me dijo que quería ver todos los enchufes porque había un problema eléctrico y tenía que hacer las verificaciones", dijo Moschino.
Con una admirable facilidad de palabras y muy tranquilo, el supuesto operario le dijo al jubilado que le facilitara su recibo de sueldo, que la empresa le iba a dar un carnet y que le iban a reconocer la falla e incluso le otorgarían una bonificación.
"Después de eso me dijo si tenía billetes de cien pesos, pero uno que terminara con la letra I. Eso me llamó la atención, pero me fui a mi pieza a buscar uno y creo que me estuvo observando", dijo Armando.
Luego de buscar, el jubilado le fue a decir que no tenía ningún billete de ese tipo y continuaron recorriendo los sectores con enchufes, hasta que llegaron a la galería.
"Cuando estábamos en la galería me dijo que me quedara ahí y que mirara el enchufe para observar si salían chispas, que iba a ir probando", detalló.
Ese momento fue aprovechado por el embaucador que se dirigió hasta la pieza, comenzó a revisar, hasta que encontró alrededor de 75.000 pesos que guardaban en la mesa de luz.
Nancy tampoco se percató de la maniobra porque estaba viendo la novela.
Lo que llama la atención de los investigadores es la tranquilidad con la que se manejó el delincuente, que se tomó todo el tiempo necesario para realizar el engaño.
Luego de apoderarse de los ahorros de los jubilados, le dijo a Moschino que fueran a ver el medidor que está al frente de la casa.
"Me dijo que se movía, que algo estaba mal y que iba a hacer una verificación, que iba hasta la esquina donde estaba la caja.
Me pidió que mirara el medidor para ver si había alguna falla. Pero no regresó más", dijo.
El jubilado quedó preocupado por la situación y se comunicó con la empresa Edesa y le informaron que ellos no habían mandado a nadie y que tuviera cuidado.
Cuando Moschino finalmente descubrió que le habían robado los ahorros que él y su esposa iban a destinar para la pintura y arreglos de su vivienda, radicó la denuncia en la Comisaría 30.
La Policía no pudo dar con el delincuente, pero advirtió a la comunidad sobre el suceso, para que no se repitan hechos similares