El español Jaume Sallares, director de marketing, expresó ayer que la Fórmula E es una categoría “revolucionaria” e “innovadora”, que nació con el fin de hacer un campeonato de automovilismo basado en la energía renovable. “Lo impulsó la FIA y nosotros tomamos el desafío”, aseguró en la previa de la carrera que se disputará mañana en las calles de Puerto Madero.
Después, el dirigente reconoció que “es muy complejo el desarrollo de la categoría por la falta de experiencia. Creo que en el inicio afrontamos tres problemas y el principal fue el calendario porque siempre resulta complicado conseguir la primera ciudad que acepte recibir a una categoría nueva”.
El portugués Antonio Félix da Costa, como todos los pilotos que participan de la divisional, debe afrontar un gran desafío de manejar monoplazas que desde afuera se asemejan a los de Fórmula 1, pero no son impulsados por un motor sino por una batería.
“En otras categorías tenés que ir al límite si querés ganar. Nosotros, en cambio, no podemos hacerlo porque tenemos que hacer durar la batería, por eso siempre es importante tener una buena estrategia y mantener la calma, cuando ves que te pasan otros pilotos”, manifestó el luso de la escudería Amlin Aguri.
Dos autos para cada piloto
Otro detalle de la Fórmula E se agrega durante la carrera: los pilotos se detienen en los boxes para cambiar el auto. "¿Por qué cambiamos el auto y no sólo la batería? Porque si cambiamos sólo la batería se perjudica la seguridad del auto", afirmó Peter McCool, actual director técnico del Amlin Aguri que supo competir para McLaren.
El mejor hace un balance
Líder del campeonato y piloto del Audi Sport ABT, el brasileño Lucas di Grassi destacó el presente de la categoría. "Comenzó bien y tiene mucho por evolucionar. El desafío de todos será mantener el nivel de los pilotos y los equipos, y atraer a los patrocinadores y al público", elogió el primer ganador en la corta historia de la categoría.
Una contra: la falta de sonido
Desde su puesta en marcha, los directivos de la Fórmula E no han podido evitar que se pregunte sobre las diferencias que la separan de la Fórmula 1. "Se piensa que porque no hay ruido será aburrido. Cuando no pasa nada en la pista, la Fórmula 1 ofrece el ruido para interactuar. No debemos competir con ella por el sonido, sino por el espectáculo", lanzó McCool.
Vale decir que la potencia de las flamantes unidades (unos 270 HP) es similar a la de un monoplaza de la Fórmula Renault que acompaña al Súper TC 2000 en Argentina, pero su peso es superior (888 kilos mínimos contra 690) debido a que, por lo menos 320, pertenecen a la batería y sus accesorios periféricos.
Trabajos en el callejero
Mientras pilotos, técnicos y directivos de la divisional dan sus primeras impresiones tras su llegada a Buenos Aires, la actividad en el circuito es incesante. Pese al intenso movimiento, al de los equipo se le suma el de los trabajadores que tratan de dejar listo el trazado para las últimas horas de hoy.
Es que mañana estará destinado a los ensayos, la clasificación y la carrera estipulada desde las 16.
Es momento de una recorrida por el trazado
Los 20 pilotos que participarán mañana en la cuarta prueba de la especialidad reconocerán hoy el trazado callejero de Puerto Madero. El dibujo porteño, que cuenta con 2.440 metros de cuerda, tendrá su largada frente al parque Micaela Bastidas y recorrerá las calles Azucena Villaflor, Rosario Peñaloza, Julieta Lanteri, Avenida Rawson de Dellepiane y Fuente Lola Mora hasta la llegada.
A Buenos Aires llega como líder el brasileño Lucas di Grassi con 58 puntos, siendo escoltado por el suizo Sebastien Buemi y el británico Sam Bird, ambos con 40 unidades en su poder.
