El Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) define hoy su suerte en la dilatada paritaria docente. Lo hará en un plenario provincial al cual se llega sin demasiadas certezas sobre su resultado.
Incluso con cierta confusión sobre qué es realmente lo que se debe decidir y hasta con la crítica de algunos sectores a la figura del secretario general, Sebastián Henríquez.
El plenario, que comienza a las 9.30, es la instancia previa para resolver la posición que el gremio llevará por la tarde (a las 16) a la Subsecretaría de Trabajo, donde volverá a verse la cara con los representantes del Gobierno.
Según algunos referentes departamentales, una de las posturas que llegará al plenario es el rechazo a la propuesta del Gobierno, es decir al 15,7% de aumento en tres tramos (5% retroactivo a enero; 5,2% en julio y 5,5% en noviembre, con cláusula gatillo).
Lo llamativo es que ese rechazo ya se produjo en el plenario anterior (del pasado jueves 23 de febrero). De hecho, eso fue parte de la postura que llevó el SUTE a la paritaria del lunes pasado, cuando pidió el cuarto intermedio para terminar de decidir hoy.
Precisamente ahí reside parte de las críticas al jefe gremial. “Nadie entendió por qué estamos rechazando este viernes lo que debería haberse rechazado el lunes”, dijeron ciertas fuentes.
Efectivamente, en ese plenario el SUTE resolvió rechazar la propuesta del Ejecutivo. Junto con ello votó marchar en el Carrusel de Vendimia y también, que se hiciera una contrapropuesta al Gobierno.
Esa contrapropuesta constaba de dos partes. Primero, planteaba incrementos mensuales, según la variación del índice inflacionario, similar a lo que acordó para este año Ampros (profesionales de la Salud).
Luego, contemplaba una "recomposición salarial del 7,6%" por la inflación de 2017.
El Gobierno rechazó ese porcentaje por falta de fondos ("implicaría más de mil millones de pesos", dijo). Pero se mostró predispuesto a atender la otra parte de la contraoferta, razón por la cual no objetó el pedido de cuarto intermedio.
Sin embargo, un día después de ese encuentro, y luego de la reunión de comisión "técnica" que se hizo en torno al tema, el propio Henríquez salió a cuestionar ante los medios de prensa el incremento mensual. "Sigue siendo una propuesta de pérdida salarial y el Gobierno se niega a compensar esa pérdida", vociferó el secretario general.
Sobre esta actitud de Henríquez también hubo críticas, ya que no pocos lo tomaron como una especie de contradicción.
En ese sentido tampoco hay claridad si hoy se votará una nueva contraoferta; si a la anterior, simplemente se le quitará la parte del 7,6% de recomposición o si habrá rechazo pleno, como insinuó el martes Henríquez, a todos los planteos del Gobierno.
Desde la conducción del gremio hubo hermetismo total. Henríquez se excusó de hacer declaraciones y pidió esperar a lo que ocurra hoy.
En tanto, algunos comentarios en estricto "off the record" anunciaban una situación de "rechazo unánime" a todo lo que plantea el Gobierno, lo que derivaría en un nuevo fracaso de la paritaria.
En tal sentido, el decreto sería el resultado final. Como ya lo dijo el Ejecutivo, sería del 15,7% en tres tramos, aunque sin la cláusula gatillo.
Dudas en el plan de lucha
Otro de los puntos que debe definir el plenario de hoy es el plan de lucha a seguir, en caso de que no se llegue a un acuerdo.
Cabe recordar que a nivel nacional, los docentes decidieron no iniciar las clases con un paro por 72 horas.
Los plenarios departamentales no parecen haber dado una posición unánime, con disyuntivas entre hacer nuevas marchas, realizar asambleas o no asistir a clases.
“No todos están convencidos de hacer paro”, señalaron las fuentes.