Luego de un año de caídas, tanto los bancos como los analistas de la City anticipan que en 2020 podría darse una tímida recuperación del crédito.
La clave para la reactivación, tanto de la demanda de los clientes como de la oferta de las entidades, está fundamentalmente en el proceso de baja de tasas que lleva adelante el Banco Central de Miguel Pesce.
Si se mantiene el ritmo en la reducción de las tasas, la expectativa es que superado el primer trimestre del año y con algunas variables macro ya más claras, los clientes bancarios vuelvan a animarse a pedir préstamos.
A nivel individuos, se espera que los que más rápido reaccionen sean los prendarios y los personales.
En el segmento empresas, en tanto, las líneas de financiamiento a Pymes, conocidas como líneas de inversión productiva, serán las que mayor protagonismo presenten, a partir de un fuerte estímulo del Gobierno.
Estas líneas se realizan generalmente con tasas subsidadas, en las que la banca pública suele tomar la delantera.
"Como la baja de tasas los subsidios pueden ser fundamentales para fomentar muchos sectores, por ejemplo, el sector Pyme, y veremos qué otras líneas aparecen de la mano del Gobierno", dijo Martín Kalos, de la consultora Elypsis.
Más allá de estos programas, no se espera mayor dinamismo en el financiamiento corporativo. Matías Rajnerman, de Ecolatina, explicó: "Por el lado de las empresas, creo que el crédito bancario va a seguir siendo caro y las oportunidades de inversión van a ser acotadas. En un contexto en el que la demanda va a seguir relativamente en rojo, y que viene de muchos años de volatilidad y de proyecciones al alza que no se cumplieron, para mover la rueda del crédito a las empresas va a faltar bastante".
En los bancos, todavía reina la expectativa y la cautela. Vanda Humar, gerente de producto del Banco HSBC, afirmó: "Dentro del crédito a individuos, esperamos que los préstamos prendarios sean los primeros que vean una reactivación. Partimos de la base de una reducción de tasas, que ya evidenciamos en nuestro producto, sumada a una demanda deprimida y un sobre stock de las automotrices, que cerraron un año con caídas en las ventas. Además, del hecho de que en un contexto de cepo y pocas alternativas de inversión en pesos, comprar un auto es una forma de capitalizarse en un bien durable que no pierde valor en el tiempo".
La entidad ofrece una financiación al 39,9% anual para los cero kilómetro y de 52% para los vehículos usados. En otra entidad de origen privado explicaron que la expectativa del segmento empresas está puesta en las condiciones que ponga el Gobierno para el financiamiento para maquinarias y capital de trabajo, a tasas subsidiadas. Con todo, los avances en la negociación de la deuda, serán claves para marcar el ritmo de la recuperación. "El punto es que haya una estabilización de las perspectivas", aseguró Kalos.