Con 5 meses de stock técnico se desacelera la importación de vino

Así lo indicó Carlos Tizio, presidente del INV. Además sostuvo que ingresaron a granel 73 millones de litros.

Con 5 meses de stock técnico se desacelera la importación de vino

Tras años de excedentes y ahora dos de faltantes, según explicaron desde el INV, el stock técnico, es decir, la cantidad de vino disponible hasta la próxima liberación, parece estar equilibrado. Así lo indicó Carlos Tizio, quien mostró los números ante los requerimientos de la Legislatura mendocina.

Según datos del Instituto con las existencias al 1 de agosto de 2017, las proyecciones de stocks al 1 de junio de 2018 llegan a 5,2 meses.

Esto debería mantener tensa la relación entre la oferta y la demanda y con ello los precios se estima que podrían mantenerse. Sin embargo, ese cálculo, desglosado por provincia para los vinos tintos -el producto importado de Chile-, indica que el stock de vinos color alcanza los 5 meses en Mendoza. En tanto, en San Juan, las proyecciones de existencias vínicas de color dan -0,1 mes, lo que según explica Tizio se equilibra por los traslados interprovinciales que se realizan periódicamente.

El presidente del INV también mostró un cuadro empresa por empresa sobre cómo vienen importando y con esos números se pudo observar que de las 11 bodegas que importaron vino entre 2016 y 2017, en agosto sólo 4 ingresaron vinos por sólo 2 millones de litros.

“Se han importado a la fecha más de 73 millones de litros de vino, de los cuales casi 44 millones corresponden a producto a granel que llegó a Mendoza y en tanto, el resto corresponde a San Juan”, dijo Tizio, quien también se refirió al tema del porcentaje de agua permitido en el vino. Aclaró que “se trata de respetar tratados internacionales de aceptación mutua de prácticas enológica. Sólo estamos cumpliendo con eso. Ellos tiene prohibido el agregado de agua al vino. Se permite durante la elaboración y fraccionamiento hasta el 7% de agua”.

En tanto, ante el rumor sobre el “corte” y “estiramiento” de los vinos, Tizio fue taxativo: “En vez de lanzar rumores, los que sepan algo lo tienen que denunciar en la Justicia federal, porque cualquiera de esas dos modalidades están prohibidas”.

Agregó: “Se analizaron todas las partidas desde la llegada hasta la pileta. Principalmente se puso atención en las unidades de color. El INV controló todas partidas de vino importado durante el fraccionamiento, con el objetivo de que no cambiaran las unidades de color, ya que el vino importado no puede ser cortado con vino local ni con otro vino importado. Se cotejó el análisis de origen con el del traslado y el fraccionamiento. Por lo tanto, si se registraron irregularidades el vino resultó intervenido”.

Mercado tenso

Desde algunas Cámaras estiman que aún no se ha llegado al final de túnel en el tema importaciones. Aún con el stock equilibrado, los ingresos podrían seguir aumentando.

“El stock está equilibrado y eso nos indicaría que las importaciones deberían bajar”, dijo Mauro Sosa, del Centro de Viñateros del Este, quien en su análisis puso en duda que las importaciones de granel realmente se vayan a detener. Y observó: “Ya se importaron 73 millones de litros, lo que superó la expectativa que teníamos que estaba entre 60 y 67 millones de litros”.

Por su parte, Juan Carlos Pina, de Bodegas de Argentina, volvió sobre el hecho de que los stocks están equilibrados. Varias bodegas ya han dejado de importar y que lo que está viendo en los reportes de ingreso de vinos son colas de contratos que han sido celebrados con anterioridad.

Cabe recordar que, según datos del Observatorio Vitivinícola Argentino, el precio del vino tinto genérico en el mercado de traslado está planchado. En enero se comercializaba a $ 9,99 el litro y en julio el promedio fue de $ 10,03 el litro de contado.

Cambios en las etiquetas

El INV lanzó, a través de una resolución, cambios en el etiquetado de vinos. Por lo tanto, en aquellos productos importados a granel que se fraccionen en territorio nacional se deberá consignar en el marbete identificatorio, el nombre del país del cual es originario el producto. Para tal fin, se utilizará un tamaño de letra que no sea inferior a tres milímetros, debiéndose declarar esta denominación en forma destacada, horizontal, paralela a la base del envase y separada de otros textos que posea el etiquetado.

Para el caso de botellas y damajuanas, dicha denominación se deberá consignar en todos los elementos fijos adheridos que conforman el etiquetado y para los envases de cartón, multilaminado y bag in box, se deberá imprimir en las dos caras más visibles y de mayor tamaño del envase.

Además, los productos importados que ingresan fraccionados con las mismas marcas utilizadas en el mercado interno argentino, deberán indicar el nombre del país del cual es originario el producto.

“Esta resolución apunta a cuidar al consumidor para que sepa qué está consumiendo y eso implica que la leyenda de procedencia será más grande. Esto se pone en vigencia desde el 18 de setiembre, fecha en la que caduca el plazo de observaciones ante la OMC”, explicó Tizio.

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