Con 17 años de demora, construyen el depósito de residuos de la Zona Este

A fines de los ‘90, los cinco departamentos acordaron tener un único basurero que acabara con los depósitos a cielo abierto. Tras varias idas y vueltas, recién este año la obra va tomando forma y quedará lista en junio.

Con 17 años de demora, construyen el depósito de residuos de la Zona Este
Con 17 años de demora, construyen el depósito de residuos de la Zona Este

En 1997 los cinco intendentes de la zona Este se sentaron a discutir un proyecto: querían acordar un terreno único dentro de la región donde depositar la basura urbana que a diario genera cada uno de los departamentos.

Hubo entonces media docena de reuniones hasta que finalmente los intendentes llegaron a un acuerdo: el punto elegido para construir ese gran depósito que terminaría con la contaminación de los basurales a cielo abierto estaría en Rivadavia, en un predio de mil hectáreas camino a Vizcacheras; un terreno ubicado a 20 kilómetros de la ciudad cabecera, donde la napa está a 70 metros por lo que no hay riesgo de contaminar las aguas subterráneas.

Todos estuvieron de acuerdo con la idea y hasta el gobierno provincial de Arturo Lafalla se mostró entusiasmado y prometió aportar recursos; sin embargo, pasaron los años, cambiaron los gobiernos y aunque hubo una decena de otros anuncios sobre el proyecto, la realidad es que durante mucho tiempo no se vio ningún avance concreto.

Hasta 2012, lo único claro que se había logrado era la formación de un consorcio entre los cinco municipios, que se aprobó en 2001 y que, llegado el momento, será encargado de administrar la basura.

En 2012 finalmente se licitó el proyecto, financiado por el Banco Mundial y la Provincia, aunque tampoco en ese momento arrancaron los trabajos y hubo que esperar dos años más, hasta que en 2014 comenzó la obra: “La planta de residuos se hace, sencillamente porque apareció el dinero”, resumió en aquel momento el intendente de Rivadavia, Ricardo Mansur.

La firma que ganó la licitación es Tecsan SA y la construcción del depósito final para residuos en Rivadavia, más una planta de transferencia en San Martín, tiene un costo de 50 millones de pesos, financiados en un 71% por el Banco Mundial y el resto, por la Provincia.

“La construcción de la planta avanza a buen ritmo y el dato que manejamos es que estará lista en mayo o junio”, señaló Jeannette Remedo, de la dirección de Medio Ambiente del municipio, la oficina encargada de controlar el avance de la obra civil en Vizcacheras, donde ya se abrió en el suelo una profunda batea que servirá como depósito de los residuos; además, se construyen oficinas y galpones para la administración del lugar.

“La batea es enorme, tiene unos 400 metros por 200 y más de diez de profundidad, con una membrana geo textil que evitará filtraciones de la basura en la tierra”, explicó el intendente Mansur y estimó que la pileta podrá contener los residuos de al menos los próximos diez años:

“La basura se irá tapando permanentemente y el predio tendrá respiraderos para dejar escapar los gases y también un sistema para retirar los líquidos que se generen”.

Aunque el intendente de Rivadavia ha puesto una condición previa (ver aparte), la idea es que la planta comience a operar apenas esté terminada; será necesario entonces desembolsar alrededor de 60 millones de pesos para que la planta trabaje en manos privadas durante los tres primeros años, que es el plazo que dura la licitación.

En esos 36 meses, los cinco departamentos deberán reembolsar ese dinero a Tecsan SA y lo harán proporcionalmente, es decir según la cantidad de basura que produzca cada uno. En este sentido, el cálculo indica que San Martín genera el 63% de los residuos del Este; Rivadavia aporta el 18%; Junín, el 12%; La Paz el 4%; y Santa Rosa el 3% restante.

Así y durante los tres primeros años, cada municipio pagará a la empresa por las toneladas de basura que lleve a Vizcacheras y aunque todavía no está definido ese monto, está claro que ninguno de los cinco departamentos está en condiciones de afrontar nuevos gastos, por lo que la provincia debería subsidiar a los municipios en buena parte del costo que demande operar el sistema.

“Ésta es una negociación entre las comunas y la provincia, que aún no se ha dado”, cerró Mansur. A partir del cuarto año, la planta pasará a manos de las comunas y del consorcio formado, que será el administrador del sistema.

Reclamo del intendente

El circuito que en el Este hará la basura una vez que la planta esté operativa está atado a las distancias. Así, La Paz y Santa Rosa transportarán sus residuos por ruta 71, posiblemente una o dos veces a la semana; San Martín y Palmira la llevarán primero a una planta de transferencia y desde allí, al depósito en Vizcacheras; Junín y Rivadavia trasladarán sus residuos directamente al depósito.

Este continuo movimiento de camiones, cuya compra está contemplada en la licitación, llevó a que el intendente Ricardo Mansur hiciera una advertencia: “La planta estará lista en poco tiempo, pero no va a venir un solo camión a Rivadavia si antes no me arreglan los caminos. Es un reclamo que hemos hecho varias veces y no hay respuesta”.

Agregó: “Que Vialidad arregle la ruta 62, las calles Míguez, Primavera, Falucho y el resto de las arterias de Rivadavia comprometidas en el circuito; además, los camiones que van a comprar tendrán que ser cerrados. Yo no quiero que vengan a Rivadavia chorreando líquidos por la calle”. Agregó el mandatario comunal: “Sin esas condiciones la planta no trabaja, atravieso una camionada de tierra en la entrada y, por más que esté lista, no va a operar”.

Los que viven de la basura

Según un censo municipal, en Rivadavia son 57 personas las que viven de la basura, muchas de ellas hurgando por algo de valor en el depósito a cielo abierto donde hoy la comuna arroja sus residuos.

A partir de la planta regional, el municipio encara un proyecto para insertar socialmente a este grupo de personas y el primer paso es que no trabajen más en el basurero. “Estamos armando un proyecto en toda la ciudad para que desde las casas, los vecinos separen la basura degradable del cartón, el papel, el plástico y el vidrio”, explicó Fanny Santarelli, a cardo de Desarrollo Social.

“La idea es que el vecino deposite en otra bolsa la basura que pueda reciclarse y que será retirada por estos recolectores que irán identificados”, agregó Santarelli y cerró: “Estamos en los primeros pasos, armando el grupo de recolectores; luego vendrá la charla con la gente casa por casa”. Así, el municipio aspira también a llevar menos basura al depósito regional y pagar menos a la administradora por el servicio.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA