La historia de la comunicación es muy antigua. Las características de estas primeras formas de comunicación son su simplicidad y el uso de instrumentos primitivos.
En la actualidad, la comunicación de un individuo se construye desde épocas iniciales de su desarrollo y la va consolidando con su crecimiento, teniendo gran incidencia la educación en todos sus niveles, desde la etapa primaria inicial hasta la Educación Superior; en la cual tomamos al individuo con las habilidades comunicativas adquiridas anteriormente y seremos los educadores del nivel superior los que contribuiremos en estas habilidades y su futura vida profesional.
Las habilidades comunicativas expresadas por el docente son “determinantes” en el proceso de enseñanza y aprendizaje; la didáctica que el docente desarrolla en un contexto determinado permite caracterizar las capacidades necesarias para la transformación y asimilación por los estudiantes. Esto reestructura intelectualmente, aportando crecimiento científico y social. El adecuado uso de estas habilidades comunicativas es motivacional y estimulante. En este conjunto de actitudes, emociones y cualidades morales, se desarrollan y surgen destrezas, conocimientos y competencias laborales-profesionales.
El proyecto pedagógico actual se construye y basa en valores subjetivos. El sujeto social se vincula desde la comunidad, en ese medio y en ese momento. En el paradigma interpretativo la objetividad no existe, y sí la perspectiva crítica donde mi forma de ver al mundo no es la del alumno.
El interrogante se presenta en qué, cómo y para qué desarrollar habilidades comunicativas en el contexto de enseñanza y aprendizaje, que propicien formación y construcción de competencias en los alumnos, futuros profesionales.
Existe diferencia entre competencia lingüística y actuación lingüística. La competencia corresponde a la capacidad que tiene un hablante-oyente idealizado para asociar sonidos y significados conforme a reglas inconscientes y automáticas. La actuación, o ejecución lingüística, corresponde a la interpretación y comprensión.
La existencia del lenguaje en los humanos habilita la comunicación y permite la creación y expresión del pensamiento. La estrategia comunicacional consta de la producción de mensajes, basados en las necesidades y características de alumnos y docentes, en el contexto de enseñanza y aprendizaje, distribuidos a través de canales específicos, seleccionados con criterios de: efectividad, impacto, calidad y oportunidad. Nuestros alumnos hoy son nativos digitales hiperestimulados e hipervisuales. Preguntamos: ¿cómo crecen nuestros jóvenes y con qué influencias? ¿De qué modo interpretamos el feedback comunicacional de su recepción y entendimiento? Los mismos pueden desarrollar varias acciones simultáneas, atender varios estímulos y a la vez realizar varias tareas. Probablemente su paradigma comunicativo sea nuevo para el docente y debe formarse para poder interpretar la comunicación de sus educados.
Isabel Bongiovanni - Profesora odontóloga especialista en Patología y Clínica Estomatológica. UNCuyo