Da la sensación de que finalmente la Ley para exceptuar a los espumantes de impuestos internos podría, por fin, llegar a buen puerto. Es que, durante la semana, se reunió en Buenos Aires la cúpula de la Corporación Vitivinícola Argentina con el diputado y economista de Cambiemos, Luciano Laspina, quien es presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, para avanzar sobre un nuevo proyecto de Ley.
"Realmente ha sido una reunión muy productiva. Hablamos con Laspina, le planteamos la situación de los espumantes en Argentina, las inversiones que se realizan y tuvimos una muy buena recepción", dijo Hilda Wilhem, presidente de Coviar.
En este sentido, la titular de la Corporación sostuvo que están trabajando en un proyecto de Ley que lleve el consenso de todos los partidos para que pueda ser tratado en el corto plazo en el Congreso y logre su aprobación.
Cabe recordar que ya existe un proyecto que fue impulsado en 2014 por el ex senador por Mendoza, Adolfo Bermejo, que obtuvo media sanción en el Senado pero que nunca logró ingresar a Diputados de manera directa.
“Ésta una Ley muy importante para el sector, que venimos trabajando desde hace mucho tiempo y necesaria por la cantidad de puestos de trabajo que genera y también fomenta empleo indirecto”, concluyó Wilhem.
Una larga historia
En 1999 la ley 25.239 de Reforma Tributaria modificó el artículo 1º de la ley 24.674 de Impuestos Internos y amplió el objeto de la aplicación de impuestos internos incorporando, entre otros, a los espumantes.
En 2005, a través del decreto 58, se excluyó a los espumantes de tributo y en la misma norma se suscribió el Programa de Expansión del Sector Vitivinícola entre el Ministerio de Economía y Producción de la Nación, Bodegas de Argentina A.C. y sus empresas afiliadas.
Así las cosas, como parte del acuerdo las empresas asumieron el compromiso de invertir durante diez años el equivalente al 125% del gravamen, agregando además que las referidas inversiones no podrían ser inferiores a 150 millones de pesos y se realizarán a lo largo de diez años.
Sucesivamente se ha prorrogado la exención del impuesto, ya que la industria, auditada por el INV ha cumplido satisfactoriamente con su compromiso. De hecho, la ultima exención fue firmada en abril de 2016 por el presidente Macri.
Según datos provistos por Coviar, de no haber existido la exención desde 2005 a la fecha, la recaudación del impuesto hubiera sido de $ 1.149 millones.
Sin embargo, a través de la medida de política económica, las empresas de vinos espumantes, al quedar exceptuadas del impuesto, pudieron invertir $ 1.724 millones y no sólo cumplieron sino que superaron el acuerdo, ya que el monto de las inversiones alcanzaron un 150% del gravamen.
