Por extraño que parezca, papá Noel pasa por Irán, uno de los países más seguros de la región para los cristianos en el que la población, incluidos los musulmanes, siente devoción por toda la estética navideña.
En diciembre muchos clientes acudieron al barrio armenio de Somaye, con la mayor concentración de cristianos de la ciudad, para comprar árboles de navidad, bolas, renos y muñecos de nieve de plástico.
“Es muy interesante y atractivo para nosotros”, explica Nilufar, una treintañera musulmana de compras con su marido para Nochebuena. “Me gustan los adornos, el abeto. Lo vemos como una señal de respeto por otras creencias. Y por supuesto, ¡me gustan los bombones!”, añade.
Los curiosos incluso hacen cola para sacarse un selfie con los papás Noel instalados delante de algunos comercios de la avenida.