La caída del poder adquisitivo de los salarios impulsa a las familias a buscar opciones económicas sin resignar calidad en todos los rubros de consumo. Lo que sucede con las marcas de alimentos también se ve en los medicamentos. Los farmacéuticos reciben cada vez más consultas sobre las opciones de compra por fuera de las recetas de los médicos, ya que la segundas marcas pueden significar un ahorro de entre el 15% y el 30%.
En el primer semestre de este año los medicamentos alcanzaron incrementos del 18% en promedio, aunque de acuerdo con Mario Valestra, presidente del Colegio Farmacéutico de la provincia, ese porcentaje reúne aumentos muy dispares.
Lo concreto es que las subas, sean más o menos significativas, han impactado negativamente en los balances de ventas. "El sector se ha visto resentido, porque el volumen de unidades vendidas ha caído un 3% y venimos de un año en el que acumuló una baja de ventas del 7% en la provincia. La retracción es inferior a la caída del país para 2018 (14%) pero es un impacto fuerte", señaló.
Las ventas se resintieron especialmente en los medicamentos de los que en ocasiones puede prescindirse, aquellos de venta libre que no fueron recetados por un médico. Sin embargo, también se han visto afectados los remedios que sí necesitan receta.
"Crecieron las consultas por marcas más económicas, y si el farmacéutico puede sustituirlo por uno con la misma concentración y principio activo, los precios pueden bajar entre un 15% y un 30%", comentó el farmacéutico.
Accesorios y perfumería
De acuerdo con Valestra la venta bajo receta representa el 80% de las operaciones en la farmacia, y en tiempos de crisis la gente "deja de consumir lo que no es indispensable".
De esta forma se evidencian caídas de entre 20% y 25% en los productos de tocador, lociones, desodorantes y maquillajes que también se venden en las farmacias.
"El ingreso creció en los últimos años, pero en épocas de crisis la gente deja de consumir algunas cosas. Nosotros apostamos a que no se resienta la salud, especialmente para el caso de los medicamentos crónicos", señaló el farmacéutico.
Valestra destacó que ellos no son formadores de precios, como sí lo son los laboratorios y, en algunos casos, el Gobierno.
También el farmacéutico Adolfo Brennan, de Farmacias del Centro, señaló que han notado "migraciones de una marca a otra", y en cantidad de unidades mermas en las ventas del 4%, relacionadas sobre todo con productos que no son de primera necesidad, como vitaminas, suplementos dietarios y analgésicos.
"Todo lo que es prioridad se sigue vendiendo, como los antihipertensivos y los que se relacionan con síndromes metabólicos (diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, etc.)", comentó Brennan.
El farmacéutico señalo que si bien en Argentina hay una gran cantidad de productos que se importan, muchos laboratorios decidieron no pasarle el costo devaluatorio a los productos y los incrementos se han dado por debajo de la inflación. Esto contribuyó a disminuir la caída en las ventas, y aunque “no se trata de una situación catastrófica, para el sector significa vender menos unidades y pagar los mismos costos”.
Remedios caseros
El farmacéutico Jorge Jakubson contó lo que ve que sucede en su farmacia: "La venta de medicamentos ha caído, porque la gente no tiene los recursos para adquirirlos y muchas veces recurre a los remedios caseros o a paliativos".
Jakubson explicó que esto se da en casos en los que la persona presenta un cuadro viral sin mayor gravedad y opta por volver a usar “los remedios de la abuela”, como vapor y remedios caseros para la congestión, entre otros.
"La farmacia está pasando por un mal momento, porque a pesar de que el aumento de los medicamentos ha acompañado la inflación, los salarios y las jubilaciones se retrasaron. En la Argentina no existen 'genéricos', sino laboratorios que tienen sus propias marcas y que invierten menos en publicidad o en gastos de representación para poder ofrecer precios más bajos. Esas diferencias de precios hacen que la gente los solicite mucho más", señaló el empresario.
A los remedios caseros se le suman las cremas o gotitas que pueden conseguirse en la calle, fuera de las farmacias, y que no están debidamente autorizadas pero que, en la busca de una cura o paliativo de bajo costo, la gente las compra (como cremas para aliviar dolores relacionadas con las enfermedades articulares).
Al respecto, el farmacéutico advirtió que la "piel es un absorbente importante de las droga", por lo que resulta muy importante confiar en lo que receta el médico y comprarle al farmacéutico de confianza para, en el mejor de los casos, "no tirar dinero".
"El farmacéutico le va a explicar qué tiene un medicamento y qué acción provoca. La gente hoy está sobremedicada, especialmente los jubilados (alrededor de cinco medicamentos diarios en algunos casos) y eso también es un factor a tener en cuenta, advirtió Jakubson.
La inflación presiona el alza de precios
Los gastos vinculados con la salud tuvieron en junio un aumento interanual del 74,5% en Mendoza, según el último informe de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia (DEIE) y desde enero hasta la fecha acumulan un incremento del 29,7%, siendo el componente del índice de Precios al Consumidor que más ha subido en el año, superando incluso a los alimentos y bebidas (aumentaron 24,5% desde enero y 61,3% interanual).
Parte de dicho incremento tiene que ver con las cuotas de la medicina prepaga. El Gobierno Nacional autorizó a las empresas a implementar una suba del 7,5% a partir de mayo de este año y con ello alcanzó un aumento del 42,2% en un año (7,5% en junio de 2018, 7,5% en agosto, 8% desde octubre, 8,5% en diciembre, y 5% en febrero).
Adicionalmente, este mes comenzó a correr la primera autorización del incremento complementario en cuotas, que llegará al 17,5% en septiembre (5,5% en julio, 6% en agosto y 6% en septiembre).
