Luego de pagar una fuerte caución quedó en libertad la contadora que está imputada por ser parte de una presunta asociación ilícita, cuyo servicio sería asesorar a sus clientes para que evadieran Ganancias.
En cambio la situación para los restantes imputados -una psicóloga y su esposo- quedó más comprometida porque al hombre se lo considera ahora como líder de la organización.
La semana pasada la Justicia Federal, tras el pago de una caución, le dio el beneficio de la libertad a la contadora Natalia Olhagaray, detenida el 18 de noviembre pasado junto a Carlos Luque y su mujer, la psicóloga Ana Clara Montenegro.
Los dos mujeres están imputadas por el delito de evasión agravada (por ser una asociación de dos o más personas).
En cambio, en las últimas horas el fiscal federal Fernando Alcaraz solicitó al juez Federal Walter Bento que se cambiara la carátula para Luque, quien finalmente quedó imputado como jefe de la asociación ilícita.
La nueva carátula complica la situación de Luque, porque la evasión agravada tiene penas que van de los 3 años y medio a los 10 años de prisión. En tanto que ser jefe de la asociación va de 5 a 10 años de cárcel, en el caso de ser condenados en un futuro juicio.
La contadora pagó una fuerte caución tras declarar y luego se probó que no existe, en principio, riesgo de fuga o un posible entorpecimiento de la investigación.
En cuanto al matrimonio, si bien sus abogados han pedido la excarcelación, la situación todavía no se resuelve.
Dos meses atrás un denunciante anónimo advirtió a Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que a través de una página web (http://www.servicioimpositivo.com/) se ofrecía un servicio cuya mayor ventaja era reducir el importe a pagar en concepto de deducciones de Ganancias.
Según información de la AFIP la "organización contable" habría evadido más de $ 100.000.000 a través de la falsificación de declaraciones juradas del impuesto a las ganancias, correspondientes a empleados en relación de dependencia.
El "servicio" ofrecido por Luque y su mujer fue un éxito, al punto que luego contrataron a la contadora Olhagaray.
"Los clientes eran empleados en relación de dependencia con sueldos de 40 o 50 mil pesos, de distintas provincias. Ellos cobraban entre 2 y 3 mil pesos por cada presentación", explicaron desde la Justicia Federal.
A través del Formulario 572 en el que el contribuyente detalla las deducciones y tiene carácter de declaración jurada, ponían datos falsos para que el cliente lograra pagar menos Impuesto a las Ganancias, generando así la evasión impositiva.
Otra forma de "deducir" ganancias era a través de falsos créditos hipotecarios, medicina prepaga, gastos médicos, gastos de sepelio, seguros de vida y aportes jubilatorios (no incluidos en el sueldo) y donaciones.
Según los cálculos de AFIP, Luque, Montenegro y Olhagaray habrían "recaudado" unos 12 millones de pesos.