Un empresario en Christchurch, Nueva Zelanda, se declaró culpable de compartir un streaming de video que fue transmitido el mes pasado por el autor de la masacre en dos mezquitas mientras le disparaba a sus víctimas.
Philip Arps se declaró culpable de dos cargos por distribuir el video y permanecerá en la cárcel hasta que sea sentenciado el 14 de junio. Enfrenta una pena máxima de 14 años en prisión.
La fiscalía acusó a Arps, de 44 años, de enviarle el video a una persona no identificada e instruirle que insertara la imagen de una mira y un conteo de muertos, a manera de un videojuego. Los fiscales dijeron que luego Arps envió el video a 30 allegados.
El pistolero, Brenton Tarrant, montó una cámara de video en un casco y mostró en vivo el video del ataque en Facebook. El video aterrador fue copiado y visto ampliamente en internet mientras las compañías de redes sociales trataban de retirarlo.
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo esta semana que el autor de la masacre había usado las redes sociales de una forma sin precedentes para promover un acto de terrorismo y odio.
El censor del gobierno de Nueva Zelanda, David Shanks, prohibió el video y un manifiesto escrito por el supremacista blanco Tarrant, haciendo ilegal verlos, poseerlos o distribuirlos en Nueva Zelanda. Pocos objetaron la prohibición del video, pero muchos dicen que prohibir el manifiesto viola el derecho de libre expresión.
Por lo menos seis personas ha sido acusadas de compartir ilegalmente el video. Arps y otra persona, un joven de 18 años, fueron encarcelados en marzo, mientras que los otros cuatro siguen prófugos.
El sospechoso de 18 años está acusado de compartir el video y una imagen de la mezquita Al Noor, en la que más de 40 personas fueron masacradas, con la leyenda "objetivo conseguido.
Comparecerá de nuevo en la corte el 31 de julio, donde se ponderará la posibilidad de darle libertad bajo fianza, pero con monitoreo electrónico.
Ardern anunció esta semana que ella y el presidente francés, Emmanuel Macron, serán anfitriones de una reunión en París en mayo para buscar que se prohíba la exhibición en internet de actos de extremismo violento y terrorismo.