Una elegante cómoda es uno de esos muebles que muchos hemos heredado sin saber muy bien qué hacer con él. Hace no tanto tiempo era una pieza imprescindible en cualquier comedor, aunque ahora parece haberse casi extinguido en favor del mueble de living. En general, tiene el inconveniente de que es una pieza demasiado grande para el exiguo tamaño de los espacios actuales, y que sólo permiten guardar cosas hasta media altura, mientras que se desperdicia todo el espacio de la parte superior en la que, como mucho, pueden colocarse algunos jarrones u objetos similares.
En cambio, tienen una parte buena, que es fundamentalmente estética. Las antiguas cómodas de madera son unos muebles divinos y suelen tener una gran calidad. ¿Qué hacer con ellas? He aquí una idea: convertirlas en vanitories.
Primeramente, es necesario practicar algunos orificios en la madera para permitir el paso de las cañerías, tanto en la tapa superior como en la trasera. Si hay cajones, quizás tengamos que anular el superior, o al menos reducirlo de fondo o de ancho.
Luego, ¿cómo instalamos el lavatorio? Podemos encastrarlo, empotrarlo o encargar una tapa continua (esta es la opción cara). Y la más cómoda y más original es utilizar un modelo exento que, simplemente, podamos colocar sobre el mueble fijándolo con silicona.