Sociedad
Continúa el calor y hay alertas por tormentas: el pronóstico para este domingo
hace 8 horas
Los últimos meses han sido muy diferentes a todos los demás. Hemos aprendido a vivir de otra manera y a encontrarnos con nosotros mismos en la comodidad del hogar. Incluso, han sido los mejores días para estar en familia y conectarnos con ellos desde un lado más amoroso, pero…¿cómo volver a lo que era normal en nuestras vidas?
La cuarentena no será eterna, ¡eso esperamos! Por eso es importante que apuntes aquellos cambios que has notado, pero también que, poco a poco, vuelvas a re encontrarte con tus responsabilidades y labores diarias.
Dialogamos con la psicóloga Romina Reta sobre los temores comunes que muchos pueden llegar a sentir en estos días en los que, luego de días de confinamiento, ya pueden volver a sus actividades. ¡Conocé qué nos comentó la profesional!
¿El haber estado tanto tiempo en casa, podría afectar las relaciones sociales?
Las relaciones sociales en gran medida no se han visto perjudicadas porque gracias a la tecnología hemos estado cerca de quienes amamos, no de la misma forma, pero cerca. Lo que va a ser difícil de modificar y es donde puede afectar a las relaciones sociales es el hecho de las distancias físicas. Somos seres sociales y, además, en nuestro caso -el argentino- por nuestra idiosincrasia, diferente de otras culturas muy afectuosos, somos muy del beso, del abrazo, de la mano y esas costumbres que por un tiempo vamos a tener que modificar; puede afectarnos a nosotros mismos y en los vínculos. Pero, como todo, es una cuestión de costumbres.
¿Puede que el miedo se apodere de algunas personas al tener que salir a la calle a cumplir con sus tareas laborales?
El sentir temor es inherente a esta situación de pandemia que estamos viviendo, hoy en día con el bombardeo de información, cuidados, protocolos y demás no sentirlo sería extraño. Lo importante es que ese temor no nos paralice pues se convierte en una fobia, que es un miedo intenso y desproporcionado. Por eso es importante de a poco, volver a nuestras rutinas también ir flexibilizándolas a medida que se flexibiliza la cuarentena. Hay personas, que más allá que hoy en día están permitidas las salidas recreativas de 500 mt; no las realizan por temor. Mi sugerencia es de a poco empezar a salir. Por supuesto que siempre respetando las pautas.
Es muy probable que en algunas personas el miedo se apodere de ellas y esto se convierta en una dificultad para cumplir las obligaciones laborales. Esto es lo que comúnmente en Psicología llamamos el Síndrome de la cabaña. No es un trastorno psicológico en sí mismo, sino la aparición de un conjunto de síntomas ligados como consecuencia del confinamiento, la ambivalencia de convivir con la tranquilidad y seguridad y confort de estar en casa en contraposición con la ansiedad, irritabilidad y emociones negativas que genera el pensarse saliendo de casa y estando en contacto con personas desconocidas que no sabemos si pueden ser un potencial riesgo para nuestra salud.
¿Cuáles son las emociones principales que sentiremos todos?
Todos vamos a sentir en menor o mayor medida estas emociones ambivalentes, (quiero salir pero tengo miedo) ansiedad, temor, incertidumbre, irritabilidad, pensamientos negativos, etc. pero, vuelvo a hacer hincapié, cuando no podemos controlar es fundamental consultar a tiempo. Estamos viviendo una situación sin precedentes y esto para nuestras mentes y sus esquemas mentales y cognitivos, es difícil de incorporar y a veces necesitamos ayuda profesional.
¿Cómo revertirlo?
De a poco empezar a salir con los cuidados necesarios, hacer uso de técnicas de relajación y respiración, hacer ejercicio físico, si es posible en un espacio físico abierto y, en caso de necesitarlo, no dudar en hacer una consulta con un profesional de la salud mental. Los psicólogos estamos para acompañar y contener precisamente en estos momentos.
¿Qué cambiará en la rutina de las personas?
Sin dudas cambiará la manera de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás. En lo concreto los horarios, los tiempos destinados a l trabajo y a la familia, los tiempos de descanso y recreación. Entenderemos que necesitamos distancia social física pero que podemos estar igual unidos, sostener vínculos virtualmente, que necesitamos espacios de reflexión e introspección, porque esto es lo que ha propiciado en algunas personas el encierro y, sobre todo, cambiará nuestra manera de ver el mundo. Quizás, la pandemia llegó para enseñarnos a no proyectar de más y aprender a disfrutar de lo que la vida nos da en el día a día, pues el futuro es incierto y las más de las veces, es lo que nos quita el sueño y desatendemos el presente y lo que él nos regala.
