Por Prof. Claudio Doratto
Cuando no tenemos espacios para grandes jardines o cuando sí contamos con ellos pero disfrutamos de los detalles diferentes y de trabajar con la naturaleza, ofrecemos una propuesta para crear nuestro vergel soñado adentro de una maceta.
Es común, en estos tiempos, vivir en departamentos o ambientes carentes de un jardín al que podamos recurrir a diario para interactuar con él.
Los espacios verdes comunes como plazas, parques o paseos nos permiten acercarnos a la naturaleza pero no ofrecen la posibilidad de amoldarla a nuestros deseos.
Si nuestro sueño es trabajar en el jardín, tomar contacto con la tierra, las plantas, las flores y las herramientas; contamos con la posibilidad de tener ese verde anhelado en macetas o jardines verticales. Si ello no satisface nuestro deseo, ya sea por costos o porque estamos limitados en lo que a diseño respecta, existe la posibilidad de crear nuestro jardín anhelado pero “en miniatura”.
Los “mini jardines” o “micro jardines” nos brindan la oportunidad de cultivar nuestra pasión por la naturaleza de un modo diferente. Podemos así recrear ambientes fitogeográficos como desiertos, pequeñas lagunas o bosques. Los pequeños espacios también pueden ser históricos, como castillos medievales o ruinas mayas que la selva absorbió y, por qué no, crear un lugar nuevo siguiendo un estilo japonés, francés, italiano o, simplemente, alguno que nos gustaría tener en nuestro hogar ya sea con un columpio, una pequeña parcela cultivada o lo que cada uno de nosotros pueda imaginar. Las posibilidades son infinitas, solamente limitadas por nuestra creatividad.
"Los mini jardines" nos brindan la oportunidad de cultivar nuestra pasión de un modo diferente".
"Los pequeños espacios también pueden ser históricos, como castillos medievales o ruinas mayas que la selva absorbió".
"Recordá periódicamente podar las plantas para evitar el crecimiento excesivo y que se pierda su belleza original".
CÓMO CONSTRUIR UN MICRO JARDÍN
En primer lugar, necesitamos el recipiente que va a contener a nuestro jardín. Puede ser una caja de madera, una lata, una maceta o una jardinera. Incluso, aquella maceta que se nos ha roto y estamos por desechar.
En segundo lugar y en función del contenedor, pensaremos y diseñaremos ese espacio a escala. Tendremos en cuenta el estilo y aquellos elementos que deseamos incorporar. En muchos de los casos es recomendable incorporar un árbol (puede ser un bonsái) o alguna planta del tipo crasa (hojas carnosas) que lo represente. También es posible agregar plantas pequeñas que simbolicen arbustos y, finalmente, el musgo que hará las veces del césped.
Por último, materializaremos ese lugar incorporando piedras, maderas y demás elementos que le otorguen el carácter que deseamos imprimirle a nuestro jardín como pueden ser columpios, escaleras y pequeñas casas de piedra; entre otros detalles que nos agraden.
EL PASO A PASO
Reciclando una maceta rota
1.Tomamos la mayor de las piezas y en el fondo incorporamos unas piedras o pequeños trozos de la maceta para asegurar el drenaje y comenzamos a incorporar la tierra preparada.
2. Cuando tengamos una buena cantidad de sustrato, se empiezan a utilizar los trozos más grandes para armar pequeñas terrazas que determinarán los niveles de plantación.
3. Podemos trocear parte de las piezas sobrantes de manera rectangular o buscar piedras con dicha forma y armar escalones desde la parte inferior a la superior del mini jardín.
4. Completamos con la incorporación de las plantas y demás elementos que hayamos elegido en nuestro diseño. Es aconsejable emplear musgo u otro vegetal del tipo “tapizante” para fijar las distintas piezas y retener el sustrato incorporado.
5. Recordá periódicamente podar las plantas para evitar el crecimiento excesivo y que se pierda su belleza original.
