Cómo superar las discordancias sexuales y conservar la pareja

Cómo superar las discordancias sexuales y conservar la pareja

Tenés buen diálogo con tu pareja, se divierten y comparten proyectos a futuro. Sin embargo, algunas cosas vinculadas con la intimidad sexual te hacen ruido y esto no es un tema menor. ¿Cómo manejarlo sin que la relación se deteriore o se termine?

Estas son algunas de las variables que pueden generarte incomodidad:

- Él o ella quiere sexo a toda hora: el sexo no es igual para todo el mundo;  no todos lo desean del mismo modo ni le otorgan la misma importancia en su vida cotidiana. Cuando el desequilibrio es notorio, la pareja puede terminar rompiéndose. Es bueno que ambos hagan un esfuerzo por empatizar, todo es cuestión de consensuar tiempos, espacios y maneras. Hay mil formas de estimular la libido y de complacer al otro. Dialoguen, exploren y, si no encuentran un punto intermedio en que ambos estén satisfechos, no vacilen en pedir ayuda profesional.

- Tu pareja propone cosas que no querés hacer: en algún momento de la relación, uno de los dos puede querer intentar situaciones sexuales que no se encontraban en el contrato tácito establecido entre los dos. Las personas cambiamos y lo que ayer nos disgustaba, hoy puede resultarnos atractivo. Las propuestas más frecuentes son tríos, intercambio de parejas, prácticas sadomasoquistas, por ejemplo. Si no estás cómodo con lo que él o ella quieren que hagas, simplemente no lo hagas. Si creés que accediendo vas a conservar tu relación, te equivocás. Respetá a tu cuerpo, tus deseos y sentimientos.

- Los juguetes sexuales te generan malestar: existen hombres que sienten que cuando se incorpora un juguete a la cama, un tercero se mete entre las sábanas. Hay mujeres que sienten pudor al incorporar a estos elementos en el juego sexual. La mayoría de estos "ruidos" en la comunicación se producen por desconocimiento y prejuicio. Ningún juguete reemplaza a nadie sino que, consensuados por ambos pueden resultar muy estimulantes para la intimidad. Lean para qué sirve cada objeto, vayan juntos a un sex shop, consulten y quizás encuentren alguna alternativa estimulante con la que los dos se sientan a gusto.

- Los juegos previos duran muy poco (o demasiado): así como hay hombres que no se toman el tiempo para la estimulación previa y limitan el encuentro a la penetración, existen mujeres que no tienen deseo de que la previa al acto sexual dure tanto. Sea por falta de deseo, por cambios hormonales, por cansancio, por los hijos, el tema de la duración del acto sexual puede ser un punto complicado en una relación. Una vez más, es cuestión de diálogo. Puede que se trate de algo temporario y si se sinceran y se cuentan qué les está ocurriendo, puedan ambos volver a comunicarse en la cama con la fluidez de los comienzos.

- La pornografía te resulta chocante: hay expertos que sostienen que mirar videos de alto contenido erótico puede ser estimulante para la intimidad y propiciar nuevas ideas. Aun así, hay personas a las que le resulta chocante que su pareja mire estos contenidos o le proponga compartirlos. Si te ocurre eso, conversalo. Quizás puedan ir buscando material "soft" para ir luego incrementando el voltaje, una vez que te sientas a gusto.

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