Por Zulema Usach
Las mujeres de hoy buscan espacios para el disfrute en compañía de sus pares conocidas en distintos ámbitos. Tranquilidad, buena comida y un ambiente agradable son las prioridades a la hora de elegir el sitio para encontrarse en charlas que -más allá del buen momento las nutren espiritualmente.
Lejos de los estereotipos de antaño que las confinaba al interior del hogar y la crianza de los hijos, las mujeres de hoy cultivan y cuidan sus amistades femeninas como un tesoro que las conecta con el aprendizaje, el saber y la diversión. Aunque no siempre es fácil coordinar horarios y darse tiempo para disfrutar de los pares, son ellas, las que sin dejar de lado sus obligaciones cotidianas, buscan generar ese espacio propio que las nutre de nuevas miradas, les brinda contención y las moviliza para renovar energías.
Lejos de la idea de la competencia femenina "per se" o de las diferencias que puede haber entre ellas, Gabriela Manitta, psicóloga con orientación psicoanalítica, destaca que es una necesidad identificarse con otras mujeres. "Nosotras nos servimos de los saberes que circulan cuando estamos juntas para inventarnos una forma de ser mujer ya que no existe una misma definición que nos describa a todas por igual. Cada una inventa la suya y, entre otras, podemos encontrar una manear de hacer con aquello que se nos complica", precisa la profesional.
Es que la amistad con sus pares, entienden aquellas que rozan los cuarenta o ya transitan por esta década, se vive de una manera algo más madura y, tal vez, más comprensiva respecto de la realidad de cada integrante del grupo. Así, las juntadas integran a las que se conocieron hace tiempo en el club, a las que comparten el ámbito laboral, las que permanecieron a través de los años y aquellas que no hace mucho se sumaron al círculo de confianza. Un ejemplo típico de este último caso es el de las mamás del colegio pero abundan otros como las que conocimos en un curso, en el gimnasio o las amigas de otras amigas o familiares.
"Nosotras nos servimos de los saberes que circulan cuando estamos juntas para inventarnos una forma de ser mujer ya que no existe una misma definición que nos describa a todas por igual."
Una vez por semana, un día específico al mes o con intervalos diversos, las adultas jóvenes de hoy buscan espacios armónicos, donde la buena atención y la comodidad al momento de sentarse a tomar algo, comer y charlar sean características obligadas del lugar a concurrir. "El lugar al momento de acordar un encuentro con mis amigas es un factor importante porque uno busca estar en un ambiente relajado, donde se pueda charlar y pasar un lindo momento", considera Cecilia Chiaraviglio (45).
Para ella, las salidas con amigas no sólo están ligadas sólo a romper con la rutina. Concibe que es más bien una necesidad porque entiende que la única forma de alimentar la amistad es justamente, la presencia y la escucha. Por otro lado, detalla, se trata de un momento que cada uno se regala para sí. "Es también pensar en uno, arreglarse y darse tiempo para compartir con aquellas amigas que te acompañan en tu día a día", reflexiona Cecilia.
¿El escenario?
Salas de té, restaurantes, lugares donde se pueda degustar una comida específica, eventos especiales en bodegas e, incluso, la casa de una integrante del grupo son espacios propicios para compartir un rato ameno, alejado del barullo, el ir y venir de personas o el sonido a todo volumen.
Natalia Valenzuela, encargada de la sucursal de Godoy Cruz de la empresa Tea &Company detalla que la tendencia de las mendocinas a juntarse en grupos es evidente. De hecho, al lugar asisten grupos "habitué", que desde hace tiempo acordaron encontrarse un día específico de la semana, en un horario concreto. "Se quedan al menos dos o tres horas y hasta vienen con sus computadoras a trabajar mientras toman un té y charlan", explica Natalia.
En algunos sitios, donde la gran mayoría del público es femenino y mayor de 35, los propietarios han lanzado promociones específicas para ellas. Es el caso de Sushi Club, donde los martes las comensales cuentan con un descuento especial. "Es un lugar muy concurrido por mujeres. Buscan comer bien, tomar algo y charlar", afirma Josefina, encargada del negocio de Ciudad.
En algunos restaurantes, como Anna Bistró, la política comercial se ha reforzado con platos específicos para ellas. "Siempre ha sido un sitio de encuentro entre mujeres. Muchas veces se juntan a celebrar un acontecimiento y después vuelven", explica Gerome Constant, fundador de esta coqueta casa de comidas donde también se puede pasar el momento al aire libre.
Los eventos, como lanzamientos de marcas, aniversarios de fundación, reuniones específicas realizados en bodegas y hoteles de alto rango se suman a las opciones de los grupos de mujeres de esta franja de edad. Alejandro Ortega, director de la web dedicada a la cobertura de eventos sociales Mendoza Chic, detalla que los after, las reuniones en coquetos bodegones y las fiestas exclusivas se han transformado en un espacio propicio donde ellas se juntan a disfrutar de un momento divertido, con algún trago de por medio, pero donde el ambiente es más bien relajado. "Son espacios exclusivos muy elegidos por las mujeres de 40 y más", asegura Alejandro.
Una actitud saludable
Eugenia Fernández (46) define que destinar un tiempo para una misma y compartir con las amigas en un sitio fuera de casa es "un cariño al alma". De hecho, considera que brindarse y otorgar tiempo con amigas es un muy buen síntoma. Al menos una vez por semana cada diez días, ella se reúne con grupos de pares distintos. Antes de pactar el encuentro, Eugenia acuerda con su esposo, que se queda al cuidado de su pequeño de cinco años. "Ellos, al mismo tiempo, comparten un momento solos", comenta Eugenia, para quien lo ideal es no perpetuarse en un solo grupo sino que lo conveniente es siempre ampliar el espectro amistoso.
Es que para ella, las juntadas y las charlas son una forma de crecer a nivel personal debido a que las amigas justamente son quienes "te dan una mirada diferente de las cosas. Así podés tener distintas opiniones frente a una determinada situación".
La psicóloga sostiene que es saludable que las mujeres busquen espacios que permitan tomar distancia de las demandas cotidianas, se den permiso para disfrutar y preservar dichos ámbitos. "Es bueno estar en otro lugar y, de hecho, es una necesidad identificarse con otras mujeres, en reuniones donde circulan otros saberes ya que es un espacio mutuo de contención y transmisión del semblante femenino", destaca la especialista.
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