La Argentina tendrá un nuevo gobierno a partir del 10 de diciembre de 2019. De acuerdo a las encuestadoras más prestigiosas con antecedentes que así lo prueban, las alianzas políticas que tienen más posibilidades de acceder al poder a fin de este año, estará entre una de estas tres : “Juntos por el Cambio” (Macri/Pichetto), “Frente de Todos” (Fernández/Cristina) y “Consenso Federal” (Lavagna/Urturbey).
Sin perjuicio de lo dicho, haré una breve referencia al Frente Despertar (José Luis Espert), FIT Unidad (del Caño/del Pla), Nos (Gomez Centurión), y Nuevo Más (Castañeira/Mulhall).
Para facilitar una rápida comprensión de las Alianzas me referiré a ellas sólo por el nombre de sus líderes, haciendo una síntesis de lo que posiblemente será la política exterior de cada Alianza, y en algunos casos con muy alto grado de probabilidad.
Presidente Macri: de ser reelecto, seguramente profundizará lo que fue la política exterior instrumentada por los cancilleres Malcorra y Faurie, en el sentido de estrechar lazos con el mundo occidental sin abandonar las buenas relaciones existentes con Rusia y la República Popular China. Esos países son a la vez los principales socios y aportantes del FMI tales como EEUU, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón , Alemania, Paises Bajos, Portugal, Suecia, Dinamarca, Australia, Nueva Zelanda, entre otros. Mantendrá excelentes relaciones con el FMI, cuyos principales miembros fueron mencionados más arriba pero que también integran el Fondo países como Brasil, México, Chile, Colombia, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Turquia, Malta dentro de una larga lista cuyo total alcanza los 188 miembros. Algunos paises como Corea del Norte y Cuba no son miembros del Fondo y cinco de ellos no permiten que sus cuentas sean auditadas, tal como exige la Carta de Bretton Woods cuando se fundó el FMI en 1944 con el objeto de estabilizar la Economía y las finanzas internacionales promoviendo el comercio. En el tema Malvinas Macri seguramente continuará con su política de acercamiento a Gran Bretaña estimulando el comercio y la cooperación bilateral. Mantendrá su política de endurecimiento con el régimen de Venezuela por la violación de los derechos humanos, alejándose de Irán y Siria. Mantendrá relaciones con Cuba y con el Vaticano limitándose estrictamente a lo protocolar y ceremonial.
Cristina Kirchner: Si nos atenemos a la política exterior que CFK implementó durante sus ocho años de gobierno, mantendrá tensas y difíciles relaciones con EEUU y con el FMI lo cual equivale a decir, alejarse notablemente de Europa Occidental, Canadá y Japón. En febrero de 2008 CFK dispuso prohibir al FMI auditar las cuentas públicas de nuestro país al igual que lo hacen Eritrea, Siria, Venezuela, Somalía y República Centroafricana. Estrechará lazos con la Venezuela de Maduro, Siria e Irán, manteniendo cordiales relaciones con Cuba, Rusia y China. Estrechará lazos con el Vaticano atendiendo a la muy cordial relación del Papa Francisco con el kirchnerismo. El tema Malvinas volverá a ser utilizado políticamente "para la tribuna", como lo era entre 2003 y 2015 de manera similar al tema de las pasteras con Uruguay.
Lavagna: La política exterior de Lavagna según sus antecedentes en el Gobierno de Alfonsín y luego en el de Néstor Kirchner, no será la de romper con el Fondo ni mucho menos. Intentará negociar lo que es políticamente negociable pero asumirá la realidad de la difícil situación financiera argentina por su permanente déficit fiscal y el grave problema para financiarlo sin emisión de moneda ni préstamos internacionales.
Seguramente profundizará relaciones con China, Asia, Brasil, México e intentará una pragmática relación de “toma y daca” con EEUU, Canadá, Japón y Europa Occidental. No se vinculará con la Venezuela de Maduro aunque políticamente enfriará la relación con el presidente transitorio Guaidó. Se mantendrá alejado de Irán y Siria. Profundizará relaciones con América Latina. En el tema Malvinas volverá a las políticas clásicas aplicadas desde 1965 por nuestro país de denunciar en Naciones Unidas al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte como incumplidor de las resoluciones de la ONU.
Espert: Coherentemente con su posición de abrir totalmente la economía eliminando la sustitución de importaciones que estuvo vigente durante más de siete décadas en el país, estrechará lazos con el mundo Occidental, EEUU, Canadá y Japón manteniendo cordiales relaciones con China y Rusia. Intentará abandonar el Mercosur al que considera un "corset" para las exportaciones e importaciones argentinas y será distante de países como Irán y Siria. En Malvinas aplicará una política similar a la de Macri.
Del Caño: Romperá con el FMI y declarará el default de la deuda argentina suspendiendo el pago de la misma. Estrechará lazos con Cuba, Venezuela, Siria, Irán, China y países de sistemas económicos centralizados y marxistas. Reducirá a la mínima expresión la relación con EEUU y Canadá, aunque seguramente terminará rompiendo con esos países al estilo de Nicolás Maduro. Malvinas será una "bandera contra el imperialismo" pero en rigor de verdad sólo se aplicará "para la tribuna".
Gómez Centurión: Tendrá una política exterior muy similar a la de Espert. Profundizará relaciones con El Vaticano con una firme defensa de quienes priorizan la vida y no el aborto.
Castañeira: Será muy similar a la del Caño.
Todo lo expuesto denota que Macri, Espert y Gomez Centurión tendrán políticas similares con algunos matices, en su proyección al exterior incluyendo las Malvinas.
Mientras que Cristina, tendrá una política exterior similar a la de Nicolás Maduro con algún parecido a la del Caño y Castañeira.
Por su parte, Lavagna intentará mantener una suerte de línea media entre Macri y
Cristina aunque con características similares a las clásicas de la política argentina en el concierto internacional, que ha tenido aciertos aunque también gruesos errores en el pasado.
Debe el lector evaluar cual de todas estas políticas sería la más conveniente para nuestro país, para nuestros intereses nacionales, para la inversión extranjera atada a más fuentes de trabajo y multiplicación de la producción competitivamente incluyendo el desarrollo tecnológico del país, puesto que si bien al votar siempre prevalece el bolsillo, la inserción de nuestro país en el mundo es el dato siguiente a tener en cuenta cuando se elige presidente de la Nación.