Claro, todo era más simple cuando teníamos unos celulares básicos que tan solo hacían llamadas. Ahora tienen programas por todos lados, carteles, videos, música, GPS y una infinidad de aplicaciones y capacidades que asemejan al smartphone a una computadora.
Un momento… ¡Son una computadora! El teléfono moderno no tiene ninguna diferencia con la PC que tenés en casa (no a nivel técnico al menos). Tiene un procesador, memoria RAM, almacenamiento fijo y un sistema operativo, tal como la máquina clásica, y al igual que la PC: puede colgarse.
A veces nuestras computadoras se "cuelgan" y Windows por algún motivo no arranca más. Cuando esto pasa no nos queda otra que ir a un técnico a que diagnostique que sucedió con el sistema que se ha dañado. A los smartphones puede pasarle lo mismo. Ya sea Android, Windows Phone o un iPhone con iOS, si el teléfono no arranca y se queda trabado en el logo es común entrar en pánico. ¿Qué pasó? ¿Está roto? La mayoría de las veces no, y puede solucionarse con unos simples pasos.