Si tu hogar, consta de rejas en ventanas o puertas, esto se convierte en parte de la decoración, su mantenimiento es algo esencial para la estética total de tu casa. Las rejas sucias y oxidadas, suponen una mala imagen para los dueños del hogar, da sensación de suciedad, desorden, despreocupación…, sin embargo, todo lo contrario será si las mantenés en perfecto estado, limpieza, brillantez, responsabilidad…. será la impresión de los habitantes del hogar. Mantenerlas en buen estado, supone un ahorro de pintura y antioxidantes.
La lluvia, el sol, el viento, frío, polvo… todos los condicionantes exteriores se convierten en verdaderos enemigos de esa parte tan bonita que da personalidad a tu frente, porque dan tendencia a resquebrajarse y agrietarse, para evitarlo, hay que aplicar un tratamiento cada 12 ó 18 meses, todo dependerá del clima, a mayor humedad más corto será el espacio. Para efectuar el tratamiento no importa el material del que estén fabricadas, debés tener en cuenta lo siguiente:
LOS MATERIALES
Lija de aluminio o eléctrica, pintura antioxidante, pintura para metal o barniz plástico (mate o con brillo, todo depende de tu gusto) y brocha delgada.
TRATAMIENTO
Retirá la pintura vieja con la lija (no tengas apuro, mientras más meticulosa sea la lijada, más será la durabilidad), limpiá las rejas con un trapo seco o pincel para eliminar los restos de polvo. Aplicá la pintura antioxidante (no dejés ningún espacio sin aplicar), esperá a que se seque totalmente y aplicá la pintura para metal o barniz plástico.