Tanto a nivel práctico como decorativo, cambiar las puertas interiores es una buena opción. Permiten ganar espacio, generando una armonía visual y los ambientes captan más luz (natural o artificial), gracias a los cristales o colores que las caracterizan.
Sean batientes, correderas, plegables, macizas o con cristales; animarse a colocar puertas nuevas es una gran apuesta. En cuanto a su diseño, podés optar por cientos de modelos en el mercado, pero también podés hacer tu propia puerta para que tenga un estilo particular.
Te contamos las mejores ideas para que transformes tu casa.
Puertas modernas, pero conservando su aspecto clásico. Son puertas con molduras, recicladas y colgada en un riel de hierro que la convierte en corredera.
Otra opción es colocar puertas con rieles escondidos en un panel de DM lacado en el mismo tono que la puerta. El tirador escogido hace que sea más fácil manipular el sistema.
Recordá que las puertas ocupan un rol importante en la decoración de tu hogar, ¡no las olvides!
Las puertas plegables lucen muy bien y le dan a tu hogar un aire industrial.
Las infaltables persianas de madera plegables. Si bien es una apuesta un poco arriesgada; quedan súper bien en casas con estilo mediterráneo.
Al abrirlas ocupan poco espacio y conectan (o cierran), habitaciones, dejando pasar la luz en la medida que se desee.
Otras clásicas, son aquellas de doble hoja.
Representan un estilo elegante y dan una sensación de amplitud y comodidad.
Un diseño escultural. Esta puerta es ideal hacerla a medida para cuidar aún más su diseño.