Comenzó la cuenta regresiva para poner a punto la pileta y poder disfrutarla para los primeros días de verano. En este proceso, pintarla es una de tareas principales. A la hora de hacerlo hay que considerar que no sólo estamos pensando en mejorar su estética, sino también en protegerla.
La preparación de la superficie a pintar es lo más importante para obtener buenos resultados; en especial, los relacionados con la durabilidad. Es importante dar dos manos con 24 horas de intervalo y llenar la pileta a los tres días, siempre y cuando la temperatura promedio sea de 20° C.
El primer paso es vaciar la pileta, limpiar la suciedad, retirar todas las hojas y dejarla secar. Una vez hecho esto se debe limpiar toda la superficie con lavandina para eliminar el verdín, las algas o los líquenes. Luego, se debe lavar y enjuagar con agua y detergente para eliminar toda la grasa superficial que pudo haber quedado.
Como último paso, se debe tratar la superficie con una solución al 40 % de ácido muriático en agua, que permite eliminar el sarro y mejorar la adherencia de la pintura a la superficie. Como en el paso anterior, es muy importante enjuagar la superficie con abundante agua.
En tanto, es también importante tener en cuenta algunos tips, como por ejemplo: evitar aplicar la pintura bajo los rayos directos del sol, ya que se perjudica la adherencia por la excesiva velocidad de evaporación del diluyente. También, evitar los días con una humedad relativa ambiente superior al 85 %, o cuando se prevean lluvias.
Actualmente, existen en el mercado productos a base de agua, sin solvente, con una emulsión acrílica de gran resistencia al agua, la cual evita la formación de algas y verdín, así como también al deterioro generado por el cloro o la decoloración. También hay productos a base de resinas de caucho acrílico con base solvente, con una película más resistente, que necesita diluyentes especiales.
La pintura de base acuosa, sin solventes está formulada para resistir la degradación de agentes químicos, del agua y el efecto decolorante de los rayos solares. También se puede usar una pintura con caucho, de base solvente, con una película ligeramente más resistente en el tiempo.
Hay recubrimientos especiales para piscinas que son 100% acrílico. Es una pintura al látex de acabado mate de muy fácil aplicación y de excelente poder cubritivo, ideal para piscinas de hormigón y superficies con revoques cementicios.
También existen productos con acabado semimate, de altos sólidos y con capacidad de sellado de superficies porosas. Este tipo de pintura brinda adherencia y resistencia, favoreciendo la limpieza.
En cuanto a los colores, hoy se puede elegir diferentes entintados manuales que dejan atrás los tradicionales celestes y azules y suman otras alternativas de tonos como amarillos o verdes. Así se logra darles a las piscinas un toque personal y adecuarlas a la decoración de cada casa.
Además de jugar con los colores y sorprender con una propuesta innovadora, hay que garantizar que la pintura cumpla con las propiedades de protección, que sean de gran resistencia a la intemperie y al uso. Para ello se debe evitar la adherencia de algas, hongos, moho y suciedad y, sobre todo, ser resistente a los productos que utilizamos para el tratamiento del agua.
Entre los productos para lograr este efecto se encuentra la pintura blanco mate especial para piletas, que con técnica de entintado permite elegir tonos que van desde los amarillos y arenas hasta turquesas y verdosos.
De todos modos, antes de pintar es conveniente revisar la superficie para detectar alguna fisura, ya que la correcta aislación hidrófuga es fundamental para el adecuado mantenimiento de la pileta. Por eso, si en el proceso se encuentran fisuras, antes de pintar hay que recurrir a productos para sellarlas.
