Una vez más..., a medida que se suceden las series el ejercicio es cada vez es más complejo, ellas se detienen y corrigen en su carrera. Jorge Otiñano, el entrenador, ha salido a la pista, las reúne y les explica en detalle lo que pretende. Vuelven a empezar.
Minutos antes, al costado de la pista del estadio Salvador Bonanno, el entrenador sanjuanino le va dando forma -en el movimiento- a la idea que estructurará la esencia de su equipo.
Sobre el parquet, las 15 jugadoras que conforman la Preselección argentina de hockey sobre patines, se desplazan sobre pequeños relámpagos.
Ellas han comenzado a transitar su semana de concentración en Mendoza. “Se trabajará en doble turno hasta el sábado, esperemos que todo salga de acuerdo a lo previsto. Mañana iremos al gimnasio y por la tarde tendremos un partido”, afirma amablemente Otiñano.
El tosco sonido de la fricción de las ruedas es su música de fondo, “Estamos trabajando sobre aspectos técnicos, la idea es potenciar las capacidades de cada una para explotarlas en el momento justo”.
Dentro de dos semanas, al finalizar la concentración en el mítico estadio Aldo Cantoni, en San Juan, habrá un nuevo corte y el elenco que competirá en Francia estará prácticamente delineado. Serán 12 jugadoras las que afronten la etapa final de cara al debut en el Mundial de Tourcoing.
Otiñano sabe muy bien lo que quiere lograr, la mezcla adecuada de dosis de talento, de táctica y de sacrificio. “Soy un admirador del hockey Europeo, de su orden táctico.
Yo pretendo que la Selección Argentina se destaque por su habilidad, por su entrega al máximo y también por las variantes que ofrezca su estrategia.
En el 2010 ya lo conseguí y fuimos campeones del Mundo, ahora pretendo convencer a las jugadoras de que es posible aspirar a mucho más”.
En su pizarra imaginaria consigna nuevas soluciones, observa y plantea partidos reales, crea. “En esto no hay secretos, es la Selección argentina”, finalizó el estratega.