Por ello, es ideal organizar con tiempo las compras de los alimentos que consumiremos tanto en Navidad como en Año Nuevo. El objetivo no es sólo comer sano y rico, sino también evitar la contaminación en su preparación, una de las causas primordiales de las enfermedades ocasionadas por alimentos. Para ello hay sencillos pasos a seguir:
Al comprar
No es conveniente demorar más de una hora en volver a casa con los alimentos perecederos que adquiriste. Si es así, tomá la precaución de utilizar hielo para mantenerlos fríos hasta llegar a casa.
Al descongelar
Disponé de tiempo suficiente para descongelar las carnes dentro de la heladera. Asegurate de que el jugo de las carnes crudas no caiga sobre otros alimentos o superficies. Colocá los alimentos que deseas descongelar sobre un plato, con una toalla de papel para que los absorba.
Contaminación
Antes y después de manipular carnes crudas, aves y mariscos, lavá bien tus manos. Sécalas completamente utilizando toallas de papel limpias para eliminar los gérmenes. Nunca uses la misma tabla ni el mismo cuchillo para cortar verduras y carnes.
Temperatura
Asegurate de lograr una cocción completa de las carnes y aves, respetando la temperatura y tiempos de cocción que indique la receta.
Limpieza
Para evitar la contaminación entre alimentos, limpiá todas las superficies de la cocina como la mesada, heladera, manijas de las puertas e interruptores de luz con un desinfectante y toallas de papel.
La mesa
Es más económico y práctico utilizar servilletas de papel en lugar de las de tela, que pueden albergar gérmenes aún después de que hayan sido lavadas. Vienen modelos decorados con motivos alusivos de muy buena calidad y presentación.
Al servir
Si vas a servir una mesa fría al estilo buffet, recordá que los alimentos deben mantenerse refrigerados o sobre hielo hasta el momento que se vayan a presentar, sobre todo aquellos que llevan salsas estilo mayonesa.
Las sobras
Refrigerá o congelá las sobras dentro de las dos horas posteriores a la preparación. Es mejor utilizar recipientes pequeños y no muy profundos para que se enfríen más rápido.