Con el anuncio de la visita a nuestro país de sus hermanos Tito, Jermaine, Jackie y Marlon, para presentar el 21 de marzo en el Luna Park el espectáculo Seeing The Jacksons, resulta inevitable el recuerdo del paso del Rey del pop por nuestro país, hace poco más de 25 años.
Más allá de los shows inolvidables que brindó el 8, 10 y 12 de octubre de 1993 en el Estadio Monumental, lo más llamativo ocurrió fuera del escenario.
Según el relato de Héctor Cavallero- empresario que trajo a Michael Jackson a la Argentina- el Rey del Pop vivió un hecho muy curioso, días antes de su show en River.
"Un dia decidió dar un paseo por Patio Bullrich. Le digo a los guardaespaldas de Michael: 'No van a salir a ningún lado, no se van a mover'. El no quiso la limusina, y le pusimos una camioneta a su disposición. Hasta ahí todo bien. Salgo del estacionamiento del hotel, doy la vuelta, paso por la puerta del Patio Bullrich y me encuentro con un escándalo descomunal. Dije: 'Este se fue para ahí'. Dejo tirado el auto, me bajo, y me meto al shopping a ver qué pasaba", comenzó con su narración Cavallero.
"Por supuesto, estaba en un local, que ahora no existe más. Mientras, 250 personas estaban enloquecidas haciendo temblar los vidrios. Y él matándose de risa en uno de los vestidores del local. Le digo: 'Vos te reís, pero ahora no sé cómo salimos de acá'. Los diez guardaespaldas que tenía estaban con una cara de susto... No podían controlar la situación. Ahí me pregunta: '¿Qué hacemos?' , y le contesto: 'Esperá; vamos a buscar una solución'. Hablo con la policía, con sus guardaespaldas... Y me entero que al lado de ese local había una puerta que iba directo al estacionamiento", dijo.
Y avanzó: "Hicimos un cordón con la policía y los guardaespaldas. Cuando salimos volaba todo. Un escándalo. Llegamos a la puerta, nos metemos, bajamos por la escalera y cuando llegamos al estacionamiento me doy cuenta que no tengo el auto ahí. ¡Estaba en la calle! Y la camioneta también".
Al instante, Cavallero detalló el momento más increíble de su historia. "Un señor, con un Renault 12 colorado, salía del estacionamiento. Lo paro y le digo: 'Sacame de acá'. Le abro la puerta, le siento a Michael Jackson al lado y yo, atrás. El tipo giró la cabeza, lo miró y no lo podía creer. Y salimos. Esto es para hacer una película... Si lo contó, seguramente nunca le creyeron. No sé. Nunca más tomé contacto con él".
"Tenía 10, 12 años… Arriba del escenario tenía todo el brillo, todas las luces y la capacidad que quieras. Pero abajo era un chico; quería jugar", concluyó Cavallero, en un programa conducido por Marcela Tinayre.