Cómo manejar el agotamiento mental

El agotamiento mental puede causarte varios trastornos en tu rutina diaria. En esta nota te damos algunos consejos para manejarlo y evitarlo

Cómo manejar el agotamiento mental

CAUSAS DEL AGOTAMIENTO MENTAL

Cuando alguien nos dice que está cansado, normalmente pensamos de inmediato que ha realizado un gran esfuerzo físico. Pero, ¿qué ocurre cuando lo que sentimos es un agotamiento mental?.

Es otra dimensión más compleja donde se puede juntar el cansancio físico, junto con la tensión, los problemas del día a día, el estrés, algunos problemas determinados e incluso una mala alimentación que nos está debilitando sin que nos demos cuenta.

Veámoslo más detenidamente:

-Muchas horas de trabajo.

-Falta de un descanso reparador

-Presencia de sustancias anormales en nuestro espacio de trabajo, o una mala ergonomía: alta o baja ventilación, malos olores, poca luz, una postura incómoda a la hora de trabajar, malos asientos o computadoras que nos afectan a la vista.

- Alteraciones digestivas: hambre, digestión difícil…

- Perturbaciones emocionales: problemas en casa o en el trabajo…

- Una nutrición deficiente.

- Poco tiempo para vos misma.

Consejos prácticos para evitar el cansancio mental

1. ESTABLECÉ TIEMPOS Y ESPACIOS PARA LA RELAJACIÓN

Tus jornadas de trabajo suelen ser muy largas. Y cuando llegás a casa tenés la responsabilidad de unos hijos, una casa, una familia… pero llegan momentos en que de pronto todas estas obligaciones pueden convertirse en una gran montaña y verte de pronto, bloqueada. Para que ello no ocurra, para que la fatiga mental no te impida un día levantarte de la cama o enfrentarte al mundo, es esencial que establezcas tiempos: tiempos de obligaciones y tiempos para vos misma.

Disponer al día de unas dos horas al menos para vos, es esencial. Un instante de tiempo para descansar y pensar en tus cosas, tus proyectos, pensar en el presente que tenés ahora y en cómo podrías mejorarlo. Tomate un ratito para salir a pasear, hablar con amigas, tomarte un baño relajante, un instante también de necesitada soledad donde hablar contigo misma, quererte y relajarte.

2. LA IMPORTANCIA DE UNA BUENA ALIMENTACIÓN

Tal vez te sorprenda, pero nuestro cerebro necesita una gran energía para funcionar correctamente durante todo el día. De ahí por ejemplo que si estás siguiendo una dieta muy rigurosa, sientas bajones, falta de energía y fatiga mental. Debés tenerlo en cuenta.

Es esencial por ejemplo que desayunes, aunque no tengas hambre. Empezá con un vaso de jugo de naranja o incluso de limón con agua. Desintoxica y te llena de energía y vitamina C. Diversos estudios sobre nutrición nos explican también cómo el incluir cereales como la avena para desayunar, van a bloquear la hormona del estrés: el cortisol. Así, sería maravilloso que empezaras el día con un jugo de algún cítrico y un vaso de avena con alguna leche vegetal. De ese modo combatís el estrés y luchás contra la fatiga mental.

También es muy adecuado que comas algo cada dos horas: unas pocas nueces, avellanas, alguna porción de fruta, etc. Los frutos secos te aportan mucha energía y vitalidad. En cuanto a comidas adecuadas que poder prepararte es ideal por ejemplo los atunes, los salmones, los espárragos, el arroz integral, los tomates, todos los vegetales de hojas verdes, las berenjenas y las carnes que sean magras -nunca carnes rojas.

Recordá también mantenerte hidratada. Los jugos naturales son muy adecuados para mantenerte en forma a lo largo del día, aportan energía a tu cerebro para estar despejada, evitando la fatiga mental.

3. EL DESCANSO NO SE NEGOCIA

Dormir las horas adecuadas es fundamental para que el cerebro se reponga. Si te acostaste tarde y al otro día te levantás temprano, tratá de dormir una siesta. Una sana costumbre muy cuyana.

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