Cintia Alfaro es una mendocina que al momento del sismo se encontraba en Valparaíso, cercana a la zona del epicentro. La tunuyanina contó muy asustada que "en estos momentos estoy en Valparaíso, en Cerro Molino, al lado del Cerro Polanco, cerca de Avenida Argentina, que es una de las principales de acá".
Recordó que estaba en su casa en el momento en que empezó a temblar y que "duró muchísimo". "La gente empezó a salir a la calle, las sirenas sonaban por todos lados pero por lo menos donde yo vivo no. Ahora están evacuando todo el plano (equivalente a un distrito) y todos tenemos las mochilas preparadas y agua también", comentó. Esto ya que a las 23 esperaban la llegada de una gran ola.
Gerardo Quiroga vive hace 5 años en Santiago de Chile y este es el terremoto más importante que ha sentido, ya que cuando se produjo el de febrero de 2010 todavía vivía en Mendoza. Cuando comenzó a temblar se encontraba en su trabajo, en planta baja, apoyado contra una pared, por lo que de inmediato percibió el movimiento y, al estar cerca de la puerta, salió a la calle.
El joven comentó que se movían bastante los postes de luz y que se escuchaban algunos gritos, pero que lo que más recuerda es que el sismo no paraba y que lo sintió por dos minutos como mínimo. Como coincidió con el horario en que la mayor parte de la gente termina su jornada laboral, el transporte público colapsó. Gerardo fue a buscar a su esposa, que estaba en un centro comercial, y en esa zona había aglomeración porque quienes estaban en el shopping habían salido.
Si bien vive en un noveno piso, el edificio no sufrió daños y manifestó que estaba un poco tranquilo porque resistió sin problemas el terremoto de 2010. El mendocino agregó que las autoridades habían suspendido las clases para hoy y que él había visto en el noticiario que en Viña del Mar, el estero que cruza la ciudad había subido de nivel y esperaban que tal vez se desbordara.
Sin embargo, no sólo los mendocinos en Chile vivieron momentos de temor, sino también los que pasaron momentos difíciles en el '85. Natalia Tejada estaba en la Galería Caracol cuando la sorprendió el terremoto y asegura que la estructura parecía un puente colgante. La mujer contó, todavía muy conmocionada, que fue como volver a vivir el terremoto del 26 de enero de 1985, cuando tenía 8 años y la rescataron de los escombros.
La mujer contó que su familia vivía en una casa convertida en departamentos en Villa Hipódromo y una de las unidades se hundió 20 metros (sic) en el terreno (afortunadamente sus ocupantes se habían ido a El Carrizal). "Es uno de los más fuertes que he sentido desde entonces. Pensé que se iba a abrir la calle", manifestó.
