El ritmo de vida actual, las obligaciones, el trabajo y las presiones hacen crecer el número de casos de personas que padecen
estrés, ansiedad y depresión
. Cuando no se logran controlar, estos estados pueden afectar seriamente nuestra salud.
Sin embargo es importante remarcar que una
cierta cantidad de estrés es necesaria para vivir y mantenernos alerta
: el estrés intermitente y controlado nos hace más resilientes, brindando más y mejores herramientas para enfrentar escenarios o rutinas estresantes.
¿Cómo afecta el estrés a nuestro bienestar?
Una persona con
estrés crónico
, que tiene serias dificultades para controlar su estado o bien no encuentra el modo de canalizarlo, puede desarrollar numerosas complicaciones, ya que se hace presente un estado de tensión que muchas veces se traduce en náuseas, dolores de cabeza, dolor de pecho y un aumento de la presión arterial. Otra de las consecuencias del estrés crónico es la angustia, como así también el insomnio, que suele presentarse a mediano plazo.
Actualmente
nos enfrentamos a diario a situaciones estresantes
que, en ciertos casos, pueden devenir en problemas de salud y provocar graves cuadros que van desde esquizofrenia y enfermedades cardíacas hasta alergias y fibromialgia. El estrés crónico es responsable de muchas de estas patologías: se trata de un estresor que persiste a lo largo de un periodo de tiempo determinado.