Pocos pueden resistirse al encanto de sus juegos y la magia de sus iluminados edificios. Hasta hace unos años, los casinos físicos eran los sitios más frecuentados por los jugadores aficionados y expertos, pero ahora es posible realizar partidas desde cualquier lado y a cualquier hora. Con un dispositivo electrónico y conexión a Internet, se puede acceder a un gran número de portales online que ofrecen casinos, al igual que a un amplio abanico de aplicaciones con la misma función.
Aunque pueda parecer una nueva moda, lo cierto es que la historia de los casinos online se remonta al año 1998, cuando comenzó la era de Internet y se abrieron las primeras páginas web que permitían jugar a cartas. El potencial de los juegos de azar en la red no tardó en hacerse evidente, y en cuestión de varios años los beneficios ascendieron a 4 billones de dólares. En el 2015 la cantidad alcanzaba más de 40 billones, así que las inversiones en este tipo de juegos no dejaron de incrementarse.
Cuando los celulares empezaron a ganar terreno, los desarrolladores se pusieron manos a la obra para crear aplicaciones que permitiesen al usuario acceder a casinos online cómodamente sin tener que utilizar el navegador. De igual forma, algunos de ellos decidieron adaptar sus portales para que la visibilidad en un teléfono o una tableta fuese mejor. Si bien los ordenadores siguen siendo una parte fundamental de la vida moderna, es innegable que cada vez más personas dependen de su celular, tanto para contactar con sus conocidos como para entretenerse. Por ello, adaptarse a este dispositivo es prácticamente una necesidad para las webs de juegos de azar.
El éxito de portales como Casino Época sólo tiene que ver con su mecánica, dado que la estética de sus juegos es uno de los factores que más usuarios atrae. En los casinos físicos se utilizan diferentes estímulos para motivar al jugador, tales como sonidos, luces o dibujos llamativos. En las plataformas online se va un paso más allá, ya que ahí se pueden incluir más animaciones e incluso inteligencias artificiales que nos ayuden y jueguen con nosotros.
La tecnología también nos permite descargar aplicaciones que no requieren dinero real para jugar. De esta manera, resulta más sencillo practicar para poder presentarnos a un torneo real posteriormente. En la red hay innumerables emuladores para enseñarnos las reglas de cualquier juego del casino, por lo que los más principiantes pueden utilizar estos recursos para adentrarse en este fascinante mundo. Además, utilizando gafas de realidad virtual, es posible simular una experiencia mucho más realista durante nuestras partidas.