Las mascarillas, tapabocas y barbijos estarán en nuestras vidas durante bastante tiempo ante la pandemia de coronavirus, por lo que conviene repasar algunos tips para proteger el almacenamiento.
Se trata de un método de protección imprescindible actualmente, pero que si no se usan bien pueden volverse en nuestra contra y hacer más mal que bien. Hay determinadas excepciones en las que podríamos prescindir de la mascarilla durante un rato para luego volver a usarla, entonces ¿qué hacés durante ese tiempo con ella?
1. Nos quitamos los tapabocas por los arneses. No tocamos ni la parte externa, que es la parte que puede estar contagiada, ni la interna que es la parte limpia que después nos volveremos a poner en la cara.
2. Metemos la mascarilla en una bolsa transpirable, a ser posible de papel o un sobre. No debemos guardarla en el bolsillo o en una bolsa de plástico hermética porque su cierre genera humedad y favorece la cría de las bacterias.
3. No debemos ponernos el barbijo en la barbilla, la frente o colgando de la oreja, esas partes no han estado protegidas y podrían contaminar aún más la mascarilla que luego volveremos a usar.
4. Tampoco es adecuado colgarla del collar o del bolso, debe estar protegida en una bolsa transpirable.
De volvérnoslo a poner, también debemos seguir unas pautas muy claras.
5. Volvemos a desinfectarnos las manos, abrimos la bolsa y sacamos el tapabocas por uno de los arneses. Procuramos colocarlo con la ayuda de los arneses tocando lo menos posible la parte de tela.
Una vez llegamos a casa, volvemos a lavarnos las manos, nos quitamos la mascarilla por los arneses y la tiramos a la basura, si no es reutilizable.
En caso de que sea reutilizable, debemos seguir las indicaciones del fabricante para lavarla.
Recordá que las mascarillas quirúrgicas no reutilizables, se deben tirar a la basura o contenedor de restos. Nunca dejarla en el suelo de la calle o tirada por la casa.