El Memorando con Irán fue aprobado por el Congreso nacional sólo un mes después de que el canciller argentino Héctor Timerman lo rubricara en Etiopía junto a su par iraní Ali Akbar Salehi. La presidenta Cristina Kirchner lo mandó al Parlamento, que le dio un trámite exprés en sesiones extraordinarias solicitadas por el Ejecutivo.
La Cámara de origen fue el Senado, donde la votación resultó 39 sufragios positivos, contra 31 negativos. Toda la oposición rechazó el polémico Tratado y el kirchnerismo tuvo que echar mano a seis aliados para poder aprobarlo. Un dato de aquella maratónica sesión fue la ausencia de Carlos Menem, quien era presidente cuando se produjo el atentado terrorista a la AMIA por el que siguen acusados ciudadanos iraníes.
Una semana después, la Cámara Baja hizo lo propio y convirtió en ley el Tratado. El Frente para la Victoria y sus aliados consiguieron 131 votos y la oposición lo rechazó en bloque con 113 votos negativos.
Ni bien el Memorando fue convertido en ley, la oposición presentó pedidos de nulidad y apoyó los reclamos de inconstitucionalidad que se tramitan en la Justicia.
Hay proyectos de ley presentados a tal efecto, como el de la diputada Elisa Carrió, quien reclama que el Congreso anule el Tratado suscripto por el Gobierno con Irán, que finalmente se ejecutó ya que el Parlamento de la República Islámica no lo convalidó y se produjo un cambio de gobierno en Teherán.
Fue la propia Cristina Kirchner quien reconoció que el acercamiento hecho con Irán a través del Memorando no había funcionado cuando el 1° de marzo de 2014 inauguró las sesiones ordinarias del Congreso. En esa ocasión, incluso pidió a la oposición que aporte ideas para buscar una solución que permita conocer la verdad y juzgar a los culpables del atentado terrorista de 1994.
“Para terminar el proceso es necesario tomar declaración indagatoria, sin ella no se puede avanzar. Podemos dar un discurso por año y la causa estará en el mismo lugar.
Humildemente creí que esta era la mejor forma de lograr el objetivo. Irán lo está demorando, quiere decir que tan malo no debe ser para nosotros, porque si no lo hubieran puesto en marcha”, dijo Cristina en el Congreso y añadió: “Como sé que muchos de ustedes votaron en contra, pero todos quieren que le tomemos declaración a los iraníes, elaboren un proyecto viable, jurídico, lógico, atado a las normas de Derecho Internacional, y lo tratamos”.