Hay algo que todo padre o madre, tío/a (aunque sea postizo), hermano/a mayor sabe: no hay rincón del universo al cual la curiosidad de los niños no llegue. Desde chiquitos ellos quieren saberlo ¡todo! A cada respuesta precede otra y otra pregunta: el abanico es cada vez más grande. Cada uno elige la manera que considera más conveniente para hablar con sus hijos.
Dependiendo de la pregunta, algunos considerarán oportuno mirarlos a los ojos y decirles exactamente lo que están pensando; otros expresarán la idea pero con imágenes lingüísticas infantiles, y otros decidirán, quizá, evadir la pregunta con respuestas vacías.
Entre tantos signos de interrogación que se dibujan en la mente de los pequeños hay uno que está destinado a por qué, si desde chiquitos nos enseñan que “la nena es compatible con el nene”, hay hombres y mujeres que compatibilizan entre sí.
Entonces ahí empieza el meollo de la cuestión. Quizá (decimos ‘quizá’ porque cada padre o madre evalúa lo que considere mejor para sus hijos) lo más conveniente sea enseñarles, desde que nacen, dos conceptos: el de la tolerancia y el de la sexualidad.
“Es sumamente importante plantear como temática familiar la sexualidad, que se converse a diario, que deje de ser un tema tabú”, manifiesta la licenciada en Psicología, Karina Ferraris.
“Desde que son chiquitos hay que hablar con nuestros hijos sobre lo que significan las caricias, los besos, las demostraciones de cariño y demás. Nuestra vida es sexual desde que nacemos, según la teoría freudiana. Es preferible que les llegue información correcta, que ellos sepan de qué se trata y así que puedan decir ‘no’ o denunciar con confianza cuando algo no les parezca bien. Informar es, también, una forma de evitar el abuso”, agrega Ferraris, quien también es la responsable de la cátedra “División, Inclusión y Perspectiva de Género” en la UNCuyo y delegada del Inadi en Mendoza.
También, retrotrayéndose a la primera infancia de las personas, el sociólogo Enrique Bolatti considera que lo más oportuno es que, desde que el ser humano tiene noción de sí, empiece a conocer el concepto de la tolerancia. “Cuando alguien considera que la postura del que está al lado suyo es tan importante como la propia nace la tolerancia y, de la mano de ella, desaparece la discriminación”, apunta el profesional.
“Me refiero a fomentar la tolerancia en todos los aspectos - agrega-. Así no va a haber discriminación y, por ende, se va a tomar con naturalidad a los chinos, a los bolivianos, a los religiosos, a los homosexuales, a los heterosexuales, a los chetos, a los grasas: a todos”.
La pregunta
Un día uno de nuestros niños, o niñas, van a preguntarnos: “¿Qué significa ser gay?” “¿Por qué dos mujeres o dos hombres se besan?”, “¿Por qué ese nene se viste como nena?”.
Quizá se crucen por la cabeza del adulto miles de respuestas o una sola. Bolatti lo explica simple y en un par de palabras: “No hay que darle mayor importancia. Yo se lo diría así: ‘como hay hombres y mujeres que se gustan, hay mujeres y mujeres, y hombres y hombres que también se gustan, se quieren o se aman’”. Y hace una comparación con el ají picante: “A vos te gusta, disfrutalo; no te gusta, dejalo. Pero sobre todo, si a él o a ella le gusta o no, es tema de ellos”.
Remarca un dato: “En la historia, desde que tenemos memoria, existe la homosexualidad. No es una aberración, ni una desviación, es una constante”.
Ferraris dice que una respuesta oportuna sería: “Algo que no es ni más, ni menos, que una orientación sexual” y resalta la importancia de no tapar la temática con mantos tabúes ni culturales.
El cura Jorge Correa, conocido como “El Padre Lalo”, considera que “vivimos en un tiempo en el que las cosas han cambiado; hay más aceptación”.
Dijo que a los niños hay que ir hablándoles en la medida en que vayan entendiendo y preguntando “con total naturalidad y explicarles que son dos personas que se quieren”. Así mismo marcó que ésta es una educación que debe ofrecerse en el seno familiar y educacional.
Hablan los maestros
Ferraris dijo que el Estado tiene un rol ineludible en la educación sexual integral de los niños. “Es fundamental que empiece a regir la Ley de Educación Nacional (26.150, sancionada en 2006) sobre educación sexual integral y que a los chicos les llegue información certera, científicamente comprobada, veraz, bien fundada. La información la buscan aquí o allí, entonces ¿qué mejor que se informen bien?”, desliza la profesional.
El lunes pasado, Los Andes publicó una nota en la que se anunció que, con el objetivo de cumplir con la normativa, miembros de la DGE han armado un calendario de capacitaciones para llegar al 100% de los docentes de nivel inicial y primario entre este año y 2014, cuyo concepto de educación sexual está relacionado con la integralidad del sujeto y no tanto con la genitalidad.
