Las cañerías de agua congeladas son inconvenientes y caras para arreglar. Aquí hay algunas formas de evitar que se congelen y de calentar aquellas que ya se congelaron.
1. Aislá todas las cañerías de agua del aire frío en movimiento y mantenelas secas. Ubicá la toma principal de agua en caso sea necesario cerrarla. Las fugas ocurren, por lo general, cuando el caño se calienta.
2. Podés usar cintas térmicas envueltas alrededor de las cañerías o una lámpara reflectora de calor en un espacio cerrado y seco. En las noches frías, revisá que la luz esté funcionando. Las cintas térmicas funcionan con un termostato integrado. Para que funcione, la cinta debe estar enredada entre la tubería y el aislamiento. Algunas cintas térmicas no permiten que se les coloque aislamiento sobre ellas. Seguí las instrucciones del fabricante.
3. Si el fluido eléctrico no está disponible o estuviera cortado, dejá que el agua fluya a una velocidad no mayor a la de un goteo lento y constante; esto es más barato que repararla. Primero, empezá un goteo lento sobre el lado caliente de la canilla, luego un goteo más rápido sobre la canilla del lado frío. No es necesario que fluya mucha agua.
4. Recordá aislar y calentar las líneas de desagüe en los espacios estrechos y los sótanos fríos. De nuevo, una lámpara de calor enfocada sobre el sifón de la cañería, evitará que se congele, siempre que ya esté protegido del aire frío en movimiento con una caja de recinto que podés fabricar de forma casera.
5. Para calentar una cañería congelada, primero debés revisarla en el área del congelamiento. Algunos caños de plástico o cobre se romperán e inundarán el área cuando se los caliente. Si el caño se ve roto o tuviera un corte, llamá a un plomero. Si el caño es de metal, puede calentarse conectando un soldador sobre el caño en cada lado de la parte congelada. Después de un momento, el agua volverá a fluir. Esto es igual a conectar los cables de arranque a la batería del auto, pero con cables mucho más largos.
6. Es mucho mejor calentar el área alrededor de la parte congelada con una estufa eléctrica, un secador de pelo, o una lámpara de calor en un reflector para evitar un incendio. Tené cuidado al colocar los artefactos calefactores. Las estufas, lámparas de calor y lámparas reflectoras pueden generar altas temperaturas que pueden provocar la combustión de ciertos materiales. Nunca dejés estos artefactos sin supervisión mientras estén en uso.
7. Siempre desconectá tu manguera de la canilla exterior en el invierno o antes que la temperatura en tu área descienda por debajo del punto de congelación. El agua dentro de la manguera podría congelarse, y la congelación se extiende hacia la canilla, hasta llegar a la cañería. Si tus cañerías que conducen a la canilla son de PVC plástico, estallarán.
8. Usá una válvula de recirculación de agua caliente con control de temperatura por convección termal (la cual no requiere de electricidad para funcionar) para que circule continuamente agua tibia a través de las líneas de agua cada vez que la temperatura está por debajo del punto que hayas elegido entre 25°- 60° C. A diferencia de la cinta térmica, la cual sólo calienta las cañerías, este proceso hace circular el agua sin interrupción para evitar la cristalización y congelación, sin importar si las cañerías se encuentran ocultas. Tené en mente que este método requiere que la válvula sea instalada en un nivel más alto que el calentador de agua. La circulación ininterrumpida del agua a través de tu sistema aumentará tu factura de gas. Cuando no quieras la circulación, desinstalá la válvula.
CONSEJOS
Considerá contratar a un plomero matriculado si tenés alguna reserva acerca de seguir los pasos indicados en este artículo.
Si ellos dicen que no pueden garantizar su trabajo, preguntales quién lo haría. No pagués si el trabajo no fue realizado correctamente.
ADVERTENCIAS
Si hacer estos pasos te parece demasiado, buscá ayuda. Es mejor prevenir que lamentar.
NO usés tipo alguno de fuego abierto porque tus cañerías podrían explotar.