Ayer, falleció un bebé de 14 meses que el domingo pasado había caído en un balde de agua en su casa de Córdoba. Se trata del segundo accidente de este tipo que ocurre en esa provincia en pocos días. El 22 de marzo, otro pequeño de un año se ahogó al caerse en un recipiente similar. Si bien muchos padres preparan la vivienda para minimizar el riesgo cuando tienen hijos pequeños, existen situaciones que son difíciles de prever.
Mariana García, miembro del Comité de Prevención de Accidentes de la Sociedad Argentina de Pediatría, señaló que existe peligro de ahogamiento en el baño y en el patio, ya que para los niños pequeños no sólo es riesgosa la pileta, sino también un balde e incluso el tarro de agua para las mascotas.
La clave, además de revisar el hogar intentando alejar del alcance de los ellos todo lo que pueda implicar un riesgo y adoptar una serie de precauciones, es no dejarlos solos en ningún lugar. También, tener en cuenta que los sitios más peligrosos de la casa son la cocina, la lavandería y el baño.
“El error que cometemos los adultos es que no nos damos cuenta de que los niños van a hacer justo eso que no se nos ocurre”, planteó García, quien trabaja en el Hospital Humberto Notti. Y agregó: “Un día abren una puerta que antes no abrían o se suben a una silla para alcanzar algo”.
Sobre accidentes poco habituales, García recordó que tiempo atrás un niño llegó al hospital en paro cardiorrespiratorio y no sabían cuál era el motivo hasta que los médicos abrieron bien las vías respiratorias y encontraron un globo. El pequeño había estado jugando, lo aspiró y sus familiares no se percataron de lo ocurrido.
Por lugares
En un recorrido por el hogar, tal como plantea el Manual de Prevención de Accidentes de la Sociedad Argentina de Pediatría, Mariana García indicó que la cocina es uno de los sitios más peligrosos. De ahí que se recomiende utilizar las hornallas posteriores cuando hay niños pequeños y dejar los mangos fuera de su alcance, para que no se tiren encima las preparaciones calientes.
También, asegurarse de que la cocina está bien sujeta, ya que a veces, cuando el chico se para sobre la puerta del horno, se da vuelta y lo aplasta. Asimismo, hay que alejar los cuchillos y elementos de vidrio que se puedan romper y lastimarlos.
La lavandería es otro espacio para prestar particular atención, ya que son muchos los niños que llegan al hospital después de haber ingerido o aspirado productos de limpieza, que suelen ser bastante tóxicos. Además, como hay familias que compran estos insumos sueltos, en botellas de gaseosa, los niños los beben por error.
En el baño existe el riesgo de ahogamiento, ya que con apenas 10 centímetros de agua, si un niño pequeño se cae de nariz, no puede levantar su cabeza. Esto puede ocurrir en la bañera -donde también pueden caerse y golpearse- e incluso en el inodoro. Al momento del baño, resaltó la pediatra, no hay que dejarlo ni un instante solo ni tampoco a cargo de un hermano mayor.
El mismo peligro de ahogarse está presente en los patios y jardines, con cualquier recipiente que contenga agua y la pileta. Esta última debe tener un vallado adecuado, ya que en un descuido el niño puede ir hacia allí.
Por objetos
Se debe evitar que los chicos accedan a objetos pequeños como monedas, ganchos, aritos, las piezas diminutas de juguetes o fragmentos que se puedan haber roto. En unos casos, pueden aspirarlos e irse hacia el pulmón, lo que a veces termina en una cirugía. Y en otros, se pueden ir hacia el sistema digestivo y, según de qué se trate, ocasionar lesiones. Los maníes y confites también deben alejarse de los pequeños.
Las medicaciones suelen llamar la atención de los niños, por lo que conviene no dejarlas en las mesitas de luz o el bolso. La casa de los abuelos es otro lugar en el que se debe estar atento a la posibilidad de que el chico ingiera pastillas y se intoxique.
Manual de prevención
La Sociedad Argentina de Pediatría elaboró un Manual de Prevención de Accidentes, que es un texto pensado para que la comunidad conozca cómo se pueden prevenir estos eventos. Esto, porque se destaca que en realidad se vinculan a deficiencias en el cuidado de los adultos.
La publicación, que se puede consultar aquí agrupa los accidentes según el lugar en el que se producen: en la casa, la calle, la escuela, el club, las zonas rurales. También los que ocurren por el uso de pirotecnia y las particularidades de los niños con discapacidad. Al final, presenta una tabla de los incidentes más habituales de acuerdo a la edad.