En febrero de 2009, el británico Alfie Patten acaparó todas las portadas de los diarios cuando solo tenía 12 años y afirmó embarazar a su novia Chantelle Steadman, que en ese entonces solo tenía 15, aunque luego se comprobó que no era el padre del bebé. Ahora la realidad del joven es diferente, luego de que se salvara de ir a la cárcel por conducir ebrio y generar destrozos en la vía pública.
El hombre de 23 años apareció en el tribunal de Lewes Crown para ser sentenciado por daños criminales. La corte escuchó que Patten es un alcohólico desempleado con antecedentes penales y que aún vive en la casa de su madre.
Alfie Patten ya había sido procesado por otros delitos. El 14 de Julio fue sentenciado a 2 años de prisión por robo y posesión de una arma falsa, aunque al final se suspendió la sentencia.
El 11 de julio se emborrachó y molestó a un anciano que caminaba en la calle, y al que insultó en repetidas ocasiones. También chocó su vehículo contra varios autos que estaban estacionados cerca de su casa, en Hailsham, Sussex Oriental.
"Estaba borracho, maldiciendo y siendo muy agresivo. Lo vimos corriendo por la calle como loco", declaró una testigo.
Todo terminó para Patten cuando fue visto "tambaleándose" por la policía y fue arrestado. Aunque luego escupió dentro de la patrulla y armó un "escándalo", según los medios británicos.
Una de sus familiares admitió que Patten estaba tratando "desesperadamente" de remediar sus graves problemas con la bebida y que su médico de cabecera estaba buscando ayuda médica y psicológica para que redujera su consumo de alcohol.
En Lewes Crown los jueces detallaron que Patten tenía cinco condenas por 12 delitos de robo en tiendas, y que bebía alcohol todos los días. Sin embargo, decidieron concederle el perdón.
Patten recibió finalmente una sentencia de un mes y una semana por delitos de daños criminales, así como una orden de rehabilitación urgente.