La bicicleta financiera siempre vuelve, o toma nuevas formas. Hoy conviene pensar 20 veces antes de usar capital propio, ya que en un caso paga el 5% por renta financiera y el otro deduce al 30% por el impuesto a las ganancias.
Por ejemplo, la Lecap a 60 días paga 43% anual, pero hay que descontarle el 5% de renta financiera, por lo que se gana 40,85%. En la Bolsa la pyme puede financiarse al 36%, a lo que se le debe sumar el 2% del aval de la SGR y el 1% de comisión que cobra la sociedad de bolsa, por lo que se totaliza una tasa del 39%, pero se le deduce el 30% por el impuesto a las ganancias, por lo que se termina financiando al 27,3% a través del Mercado Argentino de Valores.
En medio de la crisis, las empresas sufrieron caídas importantes en las ventas y por ello necesitan meterse dentro del cuadrante: por ello apuntan a bajar drásticamente los márgenes, achicar la estructura, tener sólo los puestos apropiados y reconvertirse para ser más eficientes. La línea de producción requiere máquinas de avanzada, entonces necesita salir a tomar plata prestada.
Incluso, con la tasa del Gobierno al 29% y se deduce el 30% por ganancias, la tasa efectiva queda en el 20%, por lo que se convierte en plata regalada al estar muy por debajo de las expectativas de inflación, que rondan el 33%.
Por ende, todo aquel que se financia a tasa por debajo de la inflación es financiación gratis, ya que se convierte en una tasa negativa.
"Yo tengo mi empresa totalmente sana, porque no tengo ningún tipo de deudas", le dijo el dueño de una pyme de consumo masivo a Mariano Sardáns. El CEO de FDI le explicó que estaba equivocado, que financiarse pasó a ser un buen negocio.
Cuando Sardáns le explica esto a sus clientes, la mayoría de ellos hacen como el emoticón que se agarra la cabeza, ya que pensaban que no tener deudas era un activo importante.
Fernando Luciani, CEO del MAV, mercado especializado en financiamiento pyme, agregó que indudablemente una empresa no puede medirse por sus niveles de deuda, sino más bien por sus ratios de innovación y desarrollo. Es decir, el financiamiento tiene que ser concebido como una herramienta de crecimiento y no como el remedio a un problema.
"Si entendemos esto, las empresas deben utilizar el dinero excedente o financiamiento del sistema para invertir y crecer y no para los descubiertos. Si bien es necesario y útil el financiamiento en momentos de crisis, la clave es usarlo cuando estoy bien", advirtió Luciani.
Planteó que es más simple crecer con inversión de terceros en el negocio. Esa inversión puede ser una deuda, o bien, con socios. Sumar socios a la empresa pyme no es habitual en nuestro país, pero desde el Mercado Argentino de Valores creen que van a lograrlo. Por lo pronto, están trabajando con Byma en proyectos ligados al desarrollo del mercado de equity para pymes y emprendedores.