Un andamio de una obra en construcción se derrumbó este martes en la nueva terminal del aeropuerto internacional de Ezeiza y, por el accidente, un operario murió y hubo 13 heridos.
Esta ampliación, que se estaba por inaugurar en pocos días, demandó una inversión de $ 12.000 millones. La actual terminal es de 58.400 metros cuadrados y pasará a tener casi el cuádruple: 217.230 metros cuadrados. Las tres estaciones, A, B y C, se integrarán en un único edificio de partidas, mientras que en otro se concentrarán las llegadas.
La obra principal en ejecución es la terminal de partidas, y el nuevo sector comprende el hall de check-in, con los mostradores en islas y un edificio en forma de "zeppelin" a la altura de los pisos superiores que contiene los espacios de control de seguridad y migraciones, generando un sector que perfecciona el área de egresos y los espacios comerciales integrados.
Los mostradores para el check-in estarán todos juntos y crecerán de 132 a 138, más 128 para hacerlo de manera personal (ahora cuenta con solo 32). Y pasará a tener 52 puertas de embarque contra las 27 actuales.
Habrá nuevos escáneres para el control de los pasajeros y 14 cintas para el equipaje recién aterrizado (hoy existen 11).
El hall de espera para los arribos será más amplio que el actual y el área de control aduanero tendrá también nuevas puertas de llegada, para hacer los trámites más ágiles.
Otra ampliación se dará en el estacionamiento, que de 342 espacios cubiertos pasará a tener 1.835, con un total de 5.264 plazas para autos.