Gmail lanzó semanas atrás el "modo confidencial", que pone una fecha de caducidad a los correos electrónicos que se envían desde su nueva versión. La clave está en que se controla cómo se reenvía, copia, descarga o imprime el mensaje que uno manda.
El "modo confidencial" está disponible tanto para la versión web de Gmail como para las aplicaciones para iOS y Android. Entre los ajustes se puede definir la fecha de expiración, que va desde un día, una semana, un mes, tres meses o hasta cinco años.
Lo interesante del "modo confidencial" es que agrega el uso de una contraseña que Google generará de manera automática, enviada por correo electrónico o mediante un mensaje de texto al teléfono del destinatario.
Simplemente, al redactar el mensaje saldrán las opciones de configuración del “modo confidencial”, donde se podrá establecer el vencimiento a gusto de cada usuario. Tras definir la contraseña, luego se presiona “Guardar” y quedará listo.
Si el usuario remitente desea remover el acceso al mensaje enviado de forma anticipada puede seleccionar el botón "Quitar acceso" desde el correo electrónico ubicado en la carpeta de elementos enviados.
Los usuarios tendrán un mejor control de la difusión de sus mensajes. Sin embargo, más allá de la protección, el "modo confidencial" no impide que el destinatario pueda tomar una captura de pantalla o una fotografía del mensaje recibido.