La desesperante y angustiante situación fue noticia en las últimas horas y a raíz de la difusión en los medios de comunicación de la historia. Y es que una familia que vive en Colegiales (Buenos Aires) recurrió a la Justicia y a los canales de televisión para dejar en evidencia los constantes ataques, amenazas y el permanente atosigamiento que sufren de parte de una de sus vecinas.
Según denuncian, la pesadilla comenzó cuando decidieron iniciar unas refacciones en su casa. Y fue en una de sus vecinas donde encontraron, no solo la oposición a estas obras, sino un acoso y ataque que pareciera no conocer de límites.
“Jamás nos quisieron firmar el permiso de obra, nos dejaron avanzar porque nadie tiene papeles en este lugar. Avanzamos, construimos la casa y una señora tiene dos ventanas que dan a mi propiedad, que no quiere que sean tapadas y no nos dejaron avanzar”, relató Mariano, uno de los integrantes de la familia afectada, entrevistado por C5N.
De acuerdo a lo aportado por él, hace dos años compraron un PH y comunicaron a los vecinos sus planes de construcción. No obstante, sostiene Mariano, no ha logrado finalizar las refacciones de su casa y, en el medio, han sido golpeados y hasta intentaron apuñalarlos.
En las redes sociales, la viralización de esta historia no tardó en ser comparada con la trama de “Bebé Reno”, la serie que es sensación en Netflix y que se centra en la historia de un hombre que es acosado y perseguido permanentemente por una mujer que se obsesiona con él.
No obstante, por fuera de la ficción y las comparaciones, se encuentra la realidad. Y, como suele decirse, termina superando a cualquier producto o historia ficticia. Y es que este tipo de acoso está identificado en la psicología y recibe el nombre de “Blocking”.
Se trata de un maltrato vecinal sistemático y sostenido, y que tiene su origen etimológico en la palabra ‘block’ (que en inglés significa ‘bloquear)’, es decir, restar credibilidad, denigrar y focalizar todos los problemas que surgen de un conflicto en una sola persona, en este caso un vecino.
QUÉ ES EL BLOCKING O ACOSO VECINAL
El disparador de estos episodios suele variar, dependiendo justamente del caso. De hecho, puede haber tantos detonantes como episodios en sí, y más también.
Una obra de construcción (como en el caso de Colegiales), la música fuerte, la alarma que se “dispara” constantemente, la limpieza de una vereda, problemas de humedad en una pared, una canilla que gotea, los olores, la mascota o -simplemente- una cuestión de “no pegar onda”. Estos son apenas algunos de los desencadenantes del “blocking”, y que suelen derivar en consecuencias impensadas.
“Todo puede empezar por un episodio específico entre dos vecinos, pero deriva en una agresión constante, sistemática y sostenida hacia una persona. De hecho, el bullying, el mobbing y el blocking tienen las mismas características, ya que no son situaciones aisladas. Son ataques de ‘guante blanco’, teniendo en cuenta que no quedan rastros”, resumió el psicólogo mendocino Mario Lamagrande al referirse a este tipo de acoso.
Según explicó, se trata de un acoso moral, de una violencia fría y tan peligrosa como invisible. Incluso, según advirtió, en los casos de blocking, por lo general se termina socavando a la persona que lo padece.
Hasta hace menos de 10 años, y denunciados formalmente, había -por lo menos- tres casos de blocking concretos. El primero de ellos tenía como protagonistas a una joven de 25 años y su vecina. Y el conflicto, que se desató por la construcción de una medianera, llegó hasta la falsa denuncia donde una de ellas acusaba a la otra por el asesinato de su gato.
A partir de ese momento, quien se molestó por la construcción de la medianera y radicó la falsa denuncia, comenzó a intimidar a su vecina filmándola todo el tiempo cuando salía de su casa y hasta difamándola en el barrio.
Otro de los primeros casos que se registró en Mendoza, y llegó a denuncia judicial y abordaje psicológico, incluyó a una mujer que, habiendo tomado un encono marcado contra un vecino, no solo lo tomó de punto, sino que instaba a sus hijos a que le gritaran “¡Puto!” cada vez que lo veían.
Esto derivó en discusiones acaloradas entre el hombre, que era insultado por los niños, y la mujer, que era su vecina y también se sumaba a las ofensas.
Claro que estos primeros casos -tomados como botón y para que basten como prueba- se conocieron hace ya casi una década.
“A raíz de la nota donde se habló de ‘blocking’, mucha gente llegó con episodios similares. Y, al día de hoy, sigue siendo una problemática constante y por la que viene a verme gente”, agrega el psicólogo Lamagrande.
“Los vecinos son personas que uno no elige, que tocan al azar. Y es en el vínculo entre ellos donde mejor se trasladan los conflictos y las diferencias socio económicas, de costumbres y de otro tipo. La mecha puede encenderse con cualquier chispa. Pero luego el conflicto se va agravando de forma sostenida hasta llegar a insultos, pintadas en las paredes, rayones de auto, envenenamiento de mascotas y -en situaciones extremas- hasta agresiones y la propia muerte”, destacó Lamagrande.
Según resaltó el psicólogo mendocino, muchas veces las víctimas de estos acosos creen que se trata de algo pasajero e intentan acostumbrarse. No obstante, con el tiempo se convierte en algo sostenido y de todos los días, ya que la otra persona -quien ataca- busca eliminar al otro.
EL CASO BEBÉ RENO ARGENTINO
De regreso al caso más reciente, el de Colegiales y que se viralizó en las últimas horas, Mariano -miembro de la familia que denuncia ser víctima de los ataques- resaltó que desde enero viven en condiciones de vulnerabilidad extrema.
“Vivimos sin poder poner ventanas, con frío, con mosquitos, inundados. Se nos rompieron todos los muebles”, contó a C5N entre lágrimas.
En ese sentido, aseguró que él y su familia se encuentran atrapados en un laberinto burocrático y judicial.
“No me dejan revocar ni poner las ventanas. No sabemos qué hacer ya. Hace cinco meses estoy rebotando desde la Justicia al Gobierno de la Ciudad”, denunció.
A raíz de toda esta situación, la Justicia dictó una restricción de acercamiento contra la vecina señalada por la familia, mientras que ellos están viviendo con un botón anti pánico.
“La vecina nos filma. Hay una cámara que apunta directamente a mi puerta. Estoy filmado 24 horas por 7 días, y tengo un video en el que se ve cómo ella instala la cámara apuntando a mi puerta”, describió.
Además, contó que en una oportunidad el padre de la vecina intentó apuñalarlo “con un cúter”.
“Ella tenía la ventana mirando a mi living. Soy instigado. Le pido a Jorge Macri (NdA: Jefe de Gobierno de CABA) que intervenga en este caso gravísimo. Hay una familia que está desesperada. Hace dos años estamos intentando terminar una casita de 36 metros cuadrados, son dos cuartos que quiero hacer y no puedo por el hostigamiento de los vecinos y la corrupción del gobierno de la Ciudad”, reclamó frente a las cámaras.