La picadura del Bicho deja una roncha y varias secuelas. Godoy Cruz no sólo se acostumbró a perder, sino que extrañamente ayer también estuvo lejos de aquella versión intensa, dinámica y enérgica que solía vender lo más caro posible cualquier potencial derrota.
Cero juego, nada de asociaciones, poquito y nada de fútbol. Argentinos y su bicho entrenador supieron bajarle las revoluciones al pressing y encontrar terreno fértil a las espaldas del doble cinco para complicar, algo que ya habían hecho Racing y Estudiantes.
El primer tiempo de Godoy Cruz fue casi un calco al de hace 21 días ante Estudiantes de La Plata. Como aquella vez, el Tomba no sólo sufrió un gol en contra en los primeros minutos del partido y con un error garrafal de su arquero (aquella vez Ramírez ante Federico González; ayer Mehring ante el remate de cabeza de Torrén), sino que además le costó generar situaciones de gol y en ningún momento mantuvo la posesión del balón. Argentinos, con un plan pragmático y al mejor estilo Dabove, manejó los tiempos del duelo y justificó su ventaja.
Godoy Cruz cayó en sus viejos errores: no fue preciso en el pressing, el equipo se hizo largo y los caminos no aparecieron. Apenas Manzur fue lo más rescatable de un equipo que jamás dejó al “Morro” García cara a cara con Chaves.
Argentinos se quedó corto en el marcador. Y esa era la mejor noticia para un Godoy Cruz que en el entretiempo estaba vivito y coleando como aquella vez ante el Pincha. Pero no. Nada cambió demasiado.
El complemento fue igual de aburrido y apático que el primero. El mérito de Argentinos fue no meterse atrás y bajarle las revoluciones a la presión de Godoy Cruz, que jamás encontró el camino de las pequeñas sociedades y el volumen de juego necesario para revertir la historia. Para colmo de males, perdió a Juan Brunetta y al Morro García, dos lesiones que preocupan mucho de cara al duelo del miércoles ante River.
Con Vella y Lomónaco juntos por primera vez en cancha el Expreso reaccionó en los últimos minutos del juego. Sin embargo, ambos delanteros tuvieron un par de situaciones de frente al arco que no resolvieron con precisión ni mucho menos. Al Tomba lo picó un Bicho Feo y no logra salir de la crisis.
¿Se puede tener tanta mala suerte?
A Godoy Cruz le sale todo mal: a la caída libre futbolística y en números le sumó la baja de su mejor hombre, el Morro García, quien debió salir por lesión. Iban 19' minutos del complemento cuando sintió un pinchazo en su pierna derecha. Entonces, salió de la cancha para ser atendido. Hasta Diego Dabove (DT de Argentinos y ex técnico suyo en Godoy Cruz hace menos de un año) se preocupó por el estado del uruguayo y se acercó a preguntar.
Tras ser atendido y recibir el gas refrigerante sobre la inserción del psoas de la pierna derecha, recibió el OK de Pitana para ingresar justo cuando había que defender el balón en el tiro de esquina favorable al visitante. Como es habitual en él, se paró en el primer palo (libre) y rechazó la pelota de cabeza. Eso sí, el esfuerzo fue tanto que ahí nomás comenzó a dar saltitos sin apoyar la pierna sobre el césped del área grande. Se tiró sobre el verde césped y, poco acostumbrado a los "teatros" ya se sabía que el Morro no podría seguir.
Acto seguido, salió del campo de juego y le dio lugar al ingreso de Sebastián Lomónaco, quien hizo su estreno oficial con la camiseta de Godoy Cruz.
"La verdad que sentí un pinchazo fuerte que no me permitió seguir corriendo, salí para que no se agravara la lesión", dijo luego en la zona mixta del Malvinas. Hoy le harán estudios. Con respecto a la derrota, comentó: "Nos vamos con una derrota que nos duele más de lo normal. Ya van varias derrotas seguidas, nosotros tenemos la esperanza de levantar cabeza. Hay apuntar al partido con River", cerró el jugador que ayer cumplió 29 años.