Necesitás los siguientes materiales:
plato o maceta de cerámica. 1 azulejo liso color natural. 1 azulejo liso color azul. 1 azulejo con diseño. Pegamento para azulejos. Pastina verde. Lápiz de diamante o cortador de vidrio. Espátula. Regla
Marcador. Cinta de enmascarar. Pinza de punta plana
Realización:
1. Comenzá cubriendo el azulejo estampado con cinta para enmascarar por el anverso y el reverso, en toda su superficie. Envolvelo con un paño, colocalo con el dibujo hacia abajo sobre una superficie dura y presioná con la palma de la mano hasta quebrarlo.
2. Poné pegamento para azulejos en un recipiente y mezclalo con agua hasta conseguir una pasta espesa y homogénea. Con la espátula aplicá un poco de pegamento en el centro del plato y armá las piezas del azulejo quebrado como si fuera un rompecabezas, dejando una distancia de unos milímetros entre una y otra pieza. Ejercé presión con tu mano sobre cada trozo para fijarlo bien.
3. Colocá sobre la mesa los azulejos lisos al revés y trazá sobre ellos una cuadrícula utilizando la regla y el marcador. Apoyá la regla sobre cada línea y pasá por allí el lápiz cortador de vidrio varias veces para marcar los lugares donde se cortará el azulejo.
4. Apoyá la pinza de punta plana sobre cada línea y presiona para quebrar el azulejo. Cortá todos los cuadrados marcados. Agregá más pegamento en el plato de cerámica y continúa armando el diseño colocando cuadrados de azulejo color natural. Coloca la última línea de azulejos sobre el borde del plato en color azul.
5. Mezclá la pastina verde con agua hasta lograr una consistencia espesa y aplicá con la espátula sobre todo el plato cubriendo los espacios que quedan entre los trozos de azulejo. Dejá estacionar un momento y quitá el exceso con un paño húmedo.
Esta misma técnica sirve para realizar cualquier tipo de dibujos con mosaicos. Este es solo un ejemplo de diseño. Ahora y podés crear el tuyo.