En 2020 culminará la construcción y puesta en marcha del primer edificio de viviendas de Madrid con CO2 nulo. Se trata del proyecto Entrepatios Las Carolinas, disen?ado por el estudio sAtt. Una propuesta de cohousing ecológico que no emitirá ni un solo gramo de dióxido de carbono a la ciudad y que compensará todo el CO2 generado en el proceso de construcción.
La iniciativa representa una gota de agua en medio del océano de 120.000 viviendas nuevas que se construyen cada año en España –al que habría que añadir los diez millones de viviendas construidas antes de 2002, necesitadas de una rehabilitación que mejore su deficiente comportamiento energético–, pero señala que las cosas se están moviendo en un sector, el de la construcción, tradicionalmente lastrado por inercias conservadoras. Sin duda, el año 2020 va a significar un salto cualitativo hacia un concepto del hábitat mucho más sostenible. Sobre todo con la entrada en vigor de la nueva legislación europea de eficiencia energética de los edificios, que busca su completa descarbonización antes de 2050. Por eso es de esperar que el discurso de la eficiencia energética y el diseño bioclimático gane peso en los próximos meses y comience a ser ya moneda de uso corriente entre profesionales, y, lo que es más importante, consumidores finales.
Entrepatios Las Carolinas es además un proyecto doblemente innovador porque plantea también un modelo habitacional alternativo al convencional de la vivienda individual de propiedad o alquiler que, poco a poco, va abrie?ndose paso en las principales ciudades españolas. El cohousing, vivienda colaborativa o covivienda es una manifestación del creciente fenómeno de la economía colaborativa –a él se circunscribe asimismo el coworking– que desde el punto de vista económico y social empodera a las personas para convertirse en promotores de sus propias casas a través de cooperativas, y desde la vertiente del diseño potencia la idea de comunidad a través de la "externalización" de funciones como la cocina, la lavandería y el juego infantil en espacios comunes. Es lo que proponen iniciativas similares como Fundación La Dinamo y Cooperativa La Borda en Barcelona, Cohabita en Rivas Vaciamadrid y Cooperativa Vitápolis en Toledo.
El ingrediente eco y sostenible de los nuevos hábitats tiene su traslación estética en espacios que buscan la luz natural y el contacto con el exterior como un recurso gratuito y beneficioso para nuestro equilibrio físico y psíquico. El hogar es cada vez más importante como un lugar de retiro, protector y a la vez catalizador de las relaciones familiares y sociales.
El estilo de vida de inspiración escandinava sigue marcando la pauta porque es el que mejor interpreta el sueño de una casa viva y natural en clave contemporánea. Por eso, aunque todavía sigue vigente el recurso a efectos decorativos "escénicos" a través de colores y texturas ricas, gráficas acentuadas y materiales nobles que redefinen lo que significa el lujo en clave de autenticidad y calidad, parece emerger un nuevo deseo de tonalidades y formas sedantes que aporten orden y claridad en nuestras casas frente a la creciente complejidad de nuestra vida cotidiana.
Es lo que los analistas de tendencias de la feria imm de Colonia denominan "minimalismo cálido", declinado en tonos gris pastel y materiales como el mármol, combinado con el estilo limpio de la Bauhaus, y complementado con piezas antiguas o iconos clásicos que añaden un toque personal y tejidos que aportan su cualidad táctil. Cool & cosy, esencialismo y confort: un dúo prometedor que bien podría ser el leitmotiv de lo que nos espera en 2020.
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Fuente arquitecturaydiseno.es