Hoy es posible trabajar desde casa con tu computadora y teléfno celular móvil en mano. Crear una zona específica, que no ocupe mucho espacio, te resultará básico. Armá tu propio home office.
Diseños de autor
Tan funcional como bello, el mobiliario de este rincón de trabajo está al margen de tendencias deco. A destacar, el tocado tribal brasileño enmarcado, un detalle deco de inspiración arty, y el retranqueo realizado para que la librería quede alineada con la pared.
En dormitorios
Hay escritorios pensados para espacios mini. Solo hace falta encontrarlos y comprobar sus medidas para crear una zona de trabajo ideal, incluso, en un dormitorio donde parecía imposible. En algunas habitaciones queda una distancia entre la cama y la ventana a la que se puede sacar partido. Tal vez no sea posible colocar un gran mueble pero midiendo la pared y buscando la mesa que sí se ajuste al espacio, esa zona vacía se transformará en otra versátil.
Patas muy especiales
La originalidad de este escritorio son las dos bases sobre las que se apoya el vidrio. Son similares a mesas auxiliares, pero más altas, e incorporan un cajón y una balda inferior.
Su simetría transmite sensación de orden, su diseño es ligero y con su color blanco, como la silla, propaga la luz natural.
Más que una librería
Cambiar un par de baldas de la estantería por otras extraíbles y reforzadas ha permitido crear un rincón de trabajo en este salón. Una solución que se adapta a todo tipo de zonas de estar, en la que la doble superficie ganada permite tener la computadora cerca y una mesa de trabajo cómoda en un mínimo espacio.
Blanco y negro
El almacenaje con simetría y la pureza de líneas del mobilario definen esta zona de trabajo. Con la limpieza visual de una puesta en escena black & white se evitan distracciones.
Hecho a medida
Tener una oficina en la sala principal y que pase completamente desapercibido es posible cuando se oculta tras una puerta. En este caso son dos que forman parte de un mueble que incluye varios módulos multiuso apoyados sobre una base con estilizadas patas. Si se planifica la iluminación artificial —en este caso, independiente del resto del salón— y los enchufes, un rincón de trabajo funcional se integra entre, por ejemplo, un mueble bar y un aparador para guardar el menaje. Un acierto: el mueble se mimetiza con la pared, si se laca en el mismo tono.
Diseños invisibles
En esta casa se ha creado un rincón de trabajo con un dúo transparente que cumple su función sin recargar visualmente el espacio. Es una zona muy luminosa, en la que la entrada de luz se controla mediante un estor enrollable y la estantería realizado a la pared permite organizar todo tipo de material y liberar espacio en el escritorio.
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Fuente micasarevista.com