Esta situación no es nueva. En la época del Nokia 1100 y teléfonos sencillos ya era todo un dilema no perder la agenda o los mensajes del equipo viejo cuando comprábamos un modelo superior. Algunos recordarán con poco cariño la tarea de escribir en papel los nombres y números que debían agendarse desde cero. Por suerte hoy día es un poco (solo un poco) más fácil.
Cuando estrenamos un smartphone nos encontramos con la tarea de pasar al nuevo toda la información y preferencias que tenía el anterior. El problema que implica esto es que no todos los teléfonos son iguales y si encima cambiamos de marca puede que la cosa se complique aún más.
Lamentablemente no existen servicios de “te migramos el equipo” (aún), pero con un poco de paciencia y siguiendo estos consejos básicos seguramente vas a poder hacerlo vos y sin perder la cabeza en el proceso.