El Banco Central de la República Argentina decidió hoy elevar la tasa de referencia a 40% para defender el peso, sometido a una fuerte depreciación, que la víspera le hizo perder más de 7%, anunció el ente en un comunicado.
Este es el tercer aumento de tasas decidido por el Banco Central, que el jueves ya las había elevado a 33,25%.
Según explicó el economista Andrés Koleda, la suba de tasas encarece la toma de préstamos y favorece al ahorro.
"Al aumentar la tasa de política monetaria, se está dando pie a los bancos para que aumenten las tasas de interés que cobran por otorgar préstamos y por financiar las deudas con tarjetas de crédito. Es decir, que se encarece el consumo y por tanto, se puede esperar que baje el volumen de compras en el comercio", explicó.
"Al mismo tiempo, los bancos ofrecerían mayor rentabilidad para los plazos fijos, bonos y letras, entre otras. Eso conduce a que los pequeños ahorristas prefieran invertir en vez de consumir", agregó.
A nivel macro, se entiende que una suba de las tasas de interés del Banco Central tiende a enfriar la economía, pero sirve para cumplir el objetivo del Banco Central, que es bajar la inflación.
Así como los pequeños ahorristas se pueden ver seducidos por una mayor rentabilidad de los plazos fijos, los grandes inversores, como bancos y otras entidades financieras, optan por destinar sus fondos a letras del tesoro u otras herramientas financieras de alta rentabilidad. Así, el Gobierno consigue que salga menos plata a la calle y por tanto, que baje la inflación.