Comienzo de clases: cómo elegir el jardín de infantes indicado

¿Qué aspectos valorar de un buen jardín para dejar a un pequeño a su cargo? ¿En qué detalles hacer hincapié para confiar en un lugar seguro?

Como una manera de tener clara la denominación y las etapas que suponen, la psicopedagoga Mónica Coronado aclara: “Lo que se denomina como Nivel Inicial tiene dos ciclos: el jardín maternal y jardín de infantes (4 y 5 años). De 45 días a 3 años se denomina jardín maternal”.

Según argumenta Coronado “a los 3 años el niño puede iniciar su edad escolar, algo que genera grandes ansiedades por parte de los papás, ya que se pasa del plano privado (la casa, el contexto doméstico) al público (la escuela es un lugar social).

Además queda expuesto el resultado de la crianza donde los padres pasan del ámbito íntimo, a poner a su hijo en un sitio público compartido con otros semejantes. Para los papás es un territorio desconocido que los interpela en cuanto a seguridad, cuidados, y atención, entre otros factores.

Estos aspectos son los que generan miedos y ansiedades comunes que deberán ser enfrentados y superados por parte de los padres. Se trata de una transición para ellos, que los inquieta haciéndoles cuestionarse hasta qué punto la singularidad de sus hijos va a ser tenida en cuenta. Es una muy fuerte ansiedad.

- ¿Qué edad es la más adecuada para dejar a un bebé o pequeño en un jardín maternal?

-Lo ideal es cuando el niño ya tiene marcha y algún nivel de habla, por rudimentario que sea. La marcha garantiza que el niño pueda tener algún juego autónomo, o que no lo estén teniendo a “upa”, algo que implica que la manipulación que tenga el adulto respecto a él, sea mínima.

Por una cuestión de trabajo y obligaciones diversas, hay mamás que dejan a los niños en los jardines maternales (conocidos como guarderías) desde los 45 días en adelante. En estos casos es fundamental (entre otros muchos aspectos) estar bien informados acerca de la relación que hay entre cantidad de niños por docente, ya que los bebés están en cunas o corralitos y el nivel de cuidado, atención y supervisión debe ser el adecuado... Una sola profesional no puede tener 20 bebés a cargo, ya que hay que monitorearlos, cambiarlos, darles la mamadera, estimularlos y jugar.

Sugiero desde una perspectiva personal, y siempre que se pueda, que recién a los 2 años se deje en los jardines maternales o guarderías a los más pequeños.

- ¿Por qué?

- Porque es cuando al niño se le están sacando los pañales y el momento en que el pequeño tiene cierto grado de autonomía desde la marcha, y hasta en el habla (por rudimentaria que sea). Pero cuidado, no digo que sea “malo” que los chicos vayan antes a un jardín maternal; hablamos de lo “ideal” en cuanto a edad. Lo fundamental siempre es que el lugar elegido cuente con todas las condiciones ambientales para el cuidado de los niños. Mientras más chicos son, más cuidados requieren.

- En cuanto a los jardines de infantes, ¿qué aspectos no deberían pasar por alto los padres a la hora de seleccionar uno?

- Es importante hacer una visita al jardín y no tener ningún temor en solicitar ingresar a las instalaciones para ser un observador del lugar y su mecánica. También hay que conocer el baño y la cocina (brindan una primera imagen de orden e higiene que mantiene el lugar).

Y por supuesto, analizar el proyecto educativo que propone el Jardín (mediante una entrevista que con las autoridades y docente a cargo), sabiendo incluso la cantidad de personal por sala y número de chicos que hay.

Un valor fundamental es si se trata de un lugar inclusivo en cuanto a los niños y sus situaciones particulares (capacidades especiales, limitaciones físicas, etc.) ya que mientras algunos lugares entienden este punto como una instancia de enriquecimiento entre chicos, otros pueden funcionar como discriminatorios en este sentido.

-¿Otros detalles a tener en cuenta?

- Percibir el nivel de ruido del lugar, ya que cuando se tiene un niño pequeño y se llega a un lugar muy ruidoso, estos sitios (notablemente bulliciosos) resultan muy estresantes para ellos. Analizar el nivel de seguridad: desde si la puerta principal permanece cerrada, hasta si el Jardín tiene escaleras, o bordes peligrosos. Es decir: mirar el entorno pensando en un niño pequeño ya que cualquier papá o mamá sabe que los niños chicos se trepan o se meten objetos en su boca o nariz.

- ¿Y con respecto a la maestra?

-Es importante la presentación y conocimiento del pequeño por parte del docente durante la entrevista con los padres. Una instancia para que se conozcan mutuamente y, sobre todo, se esté al tanto (con una ficha especial) de todo tipo de alergia o afección que pueda tener el pequeño. A su vez, con todos los contactos pertinentes a la familia para poder ubicarlos en cualquier instancia necesaria.

Tips

La profesional enumera:

Desarrollar un criterio a la hora de elegir el lugar adecuado para los hijos, teniendo muy en claro los requerimientos y dudas con las que se llegó al lugar y todos los puntos antes mencionados.

Los buenos jardines (los que consideramos serios y responsables) están a cargo de profesionales, que tienen un título que los habilita para esa tarea. Entonces (una vez pasada la instancia de averiguación de todo el lugar) se tiene que tener un nivel de confianza en el sitio.

Tener en cuenta que hay un período de adaptación del chico en el lugar, en el que los papás también pueden quedarse un par de horas observando las actividades, a los profesionales e, incluso, conociendo a otros padres. Es algo valioso que aporta tranquilidad.

La recomendación: que como padres entusiasmen al niño y compartan su alegría acerca de esta nueva etapa (maduración, progreso, etc.) manifestándole su felicidad de que emprendan esa aventura.