Ansiosos por ganar lo que para ambos sería el primer título internacional, Huracán e Independiente Santa Fe de Colombia abren la final de la Copa Sudamericana. Se trata de un duelo inédito ya que tanto el Globo como su rival nunca se enfrentaron en una competencia oficial.
Y al igual que en la edición 2014, la final será entre un equipo argentino y uno colombiano, como ocurrió cuando River se consagró campeón a expensas de Atlético Nacional de Medellín.
Los dos llegan entonados por haber eliminado a rivales de fuste: Huracán se deshizo del propio River con un triunfo y un empate (1-0 y 2-2) y Santa Fe de Sportivo Luqueño de Paraguay con sendas igualdades (1-1 y 0-0) y en la que hizo prevalecer el gol como visitante.
“Si Huracán le ganó a River por algo será, nadie llega a una final de casualidad”, declaró el técnico de los Cardenales, el uruguayo Gerardo Pelusso.
“Nos jugaremos la vida para sacar un buen resultado que nos permita encarar tranquilos la revancha”, el 9 del corriente en el estadio El Campín de Bogotá.
Mientras Santa Fe sufrirá la ausencia de Juan Roa, por acumulación de amarillas, el Globo no acusa mayores problemas e incluso su media punta Christian Espinoza se recuperó de un golpe en un tobillo y estará a disposición de Eduardo Domínguez. “Es un rival interesante y una incógnita. No sé a qué van a venir a jugar; si nos van a atacar, si se defenderán a si nos van a jugar de contragolpe”, dijo Patricio Toranzo.
Ambos equipos son de temer en ataque ya que cuentan con dos de los máximos goleadores de esta edición: Wilson Morelo y Ramón Abila. Para Huracán será la primera final internacional de su historia (fue semifinalista de la Libertadores en 1973), mientras Santa Fe ya jugó esa instancia en la Conmebol de 1996 y la Merconorte de 1999.
El campeón disputará en 2016 la Recopa ante el campeón de la Libertadores y la Copa Suruga con el campeón del Japón.
Domínguez quiere emular a su suegro
A sus 37 años, Eduardo Domínguez se da el gusto de llevar a Huracán a la primera final de una copa internacional en su historia, tres meses después de haber colgado los botines para asumir como DT y sacar a su equipo de una severa crisis.
Casado desde hace tres años con Brenda Bianchi, hija del exitoso entrenador Carlos Bianchi, Domínguez parece seguir los pasos de su suegro, quien como director técnico entró en la historia como múltiple campeón de torneos internacionales con Vélez y Boca .
“Hoy siento un reconocimiento, más que nada entre los jugadores. Me siento respetado”, declaró en una entrevista con El Gráfico.
“Lo consulté a Carlos (Bianchi). Me dijo las palabras que me tenía que decir, un poco de su historia y que ahora queda todo en mí”, contó Domínguez sobre la repentina decisión de retirarse y pasar a ser DT de quienes eran sus compañeros. “A veces le pregunto a Carlos cuando me surge alguna duda por una jugada”, confiesa.
Desde que Domínguez tomó el mando, el Globo tiene un récord oficial de 7 triunfos, 9 empates y 2 derrotas, ambas en AFA, donde eludió por poco el descenso.
